El ¨²ltimo l¨ªder en libertad del MRTA dirige la ocupaci¨®n de la sede diplom¨¢tica japonesa
La b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica a la toma de la Embajada japonesa en Lima por un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) se desprend¨ªa esta madrugada del cruce de negociaciones entre, el presidente peruano, el ministro japon¨¦s de Exteriores, diplom¨¢ticos de numerosos pa¨ªses -en especial de EE UU- y la mediaci¨®n de la Cruz Roja Internacional. El parlamentario Javier D¨ªaz Canseco, uno de los 38 liberados en la madrugada de ayer, aporta un dato fundamental: dirige el asalto N¨¦stor Cerpa, el ¨²ltimo de los hist¨®ricos en libertad del grupo procastrista.
La comisi¨®n mediadora integrada por los embajadores de Brasil, Corea del Sur y Egipto y dos pol¨ªticos peruanos -el citado D¨ªaz Canseco, parlamentario del Partido Uni¨®n Mariateguista (PUM), y el ex candidato presidencial Alejandro Toledo- se entrevist¨® ayer con el ministro japon¨¦s de Exteriores, Yukihito lkeda. El diplom¨¢tico brasile?o se desmarcaba de la comisi¨®n y regres¨® a su pa¨ªs; los otros dos embajadores parecen haber recibido instrucciones de sus Gobiernos de no involucrarse en los asuntos peruanos.Por otra parte, el presidente del Congreso, V¨ªctor Joy Way, descart¨® la ayuda de tropas o equipos antiterroristas extranjeros. Joy fue obligado a pronunciarse sobre el asunto despu¨¦s de que tomase cuerpo la versi¨®n de que esas unidades se encontraban ya en Per¨². Para ello, se necesita un acuerdo previo del Congreso, seg¨²n advirti¨® Ricardo Letts, miembro tambi¨¦n del PUM.
Una llamada telef¨®nica seg¨²n la cual en Nochebuena los rehenes quedar¨ªan libres result¨® falsa. Tras indicar en un cartel la frecuencia en la que deb¨ªa conectarse la radio de la embajada, el Canal 4 de televisi¨®n lograba conectar anoche con la legaci¨®n y hablar con el ministro de Asuntos Exteriores peruano, Francisco Tudela, quien inform¨® de que los rehenes se encuentran en buen estado y de que el comando terrorista, "est¨¢ bien entrenado y es consciente de sus responsabilidades con las vidas humanas"."El MRTA se ha caracterizado por respetar la vida humana y nadie debe preocuparse de que por parte nuestra vaya a producirse una actitud de represi¨®n psicol¨®gica o f¨ªsica", dijo N¨¦stor Cerpa, "pero ha tenido que producirse este hecho [la ocupaci¨®n de la embajada] para que el Gobierno deje de lado el ensa?amiento que ha ejercido sobre nuestros compa?eros presos". "A partir de ahora, depende del Gobierno", a?adi¨®. Tambi¨¦n anunci¨® nuevas liberaciones de rehenes no relacionados con el Gobierno.
Por otra parte, el diplom¨¢tico espa?ol Estanislao de Grandes y el empresario Manuel Torrado fueron autorizados a entregar un mensaje a sus familias a trav¨¦s de Cruz Roja. Los dos espa?oles dijeron que los tratan bien.Pol¨ªticos y militares eval¨²an la situaci¨®n y discrepan entre s¨ª, aunque el desalojo por la violencia parece descartado y todo apunta hac¨ªa un arreglo en el que las dos partes puedan salvar la cara. D¨ªaz Canseco insiste en la transcendencia de haber identificado como mando principal del grupo terrorista a N¨¦stor Cerpa. "Tuve claro desde el principio qui¨¦n estaba a cargo de la operaci¨®n y eso me demostr¨® que esto va en serio". Seg¨²n este diputado, la presencia de Cerpa facilita la negociaci¨®n porque no precisa de consultas exteriores. Cerpa es el ¨²nico dirigente hist¨®rico del MRTA operativo.La situaci¨®n en el interior de la sede japonesa es precaria y sus ocupantes insisten en la necesidad de la reanudaci¨®n del servicio de agua potable y el¨¦ctrico. "El mayor problema es la diarrea", advirti¨® el profesor Javier Sota, otro de los liberados.
Durante los cuatro d¨ªas de cautiverio han ocurrido muchas cosas, pese a que la situaci¨®n es tensa y dificil¨ªsima. Varias de las personas liberadas dijeron que el comando del MRTA tiene perfectamente estructurado su pensamiento pol¨ªtico aunque reconocen errores en las estrategias pasadas y una p¨¦rdida de validez y vigencia de las teor¨ªas marxistas que dieron vida al movimiento Tupac Amaru. En una asamblea entre secuestradores y rehenes, se habl¨® de todo, de las privatizaciones emprendidas por el Gobierno de Fujirnori, de las pol¨ªticas de salud y del desempleo. Los guerrilleros que tomaron parte en esta charla no se negaban en redondo a aceptar la econom¨ªa de mercado y las privatizaciones siempre que se prestase prioridad a la precaria situaci¨®n del campesinado.
Todas las fuentes insisten en que no se han observado de momento fisuras entre las filas del grupo porque todos ellos saben que de ser capturados ser¨¢n con denados a cadena perpetua. Javier Sota piensa que "est¨¢n dispuestos a llegar en una situaci¨®n l¨ªmite a extremos que es mejor no imaginar". El trato, seg¨²n esa fuente, si gue siendo correcto. "A veces nos dicen estas cosas: 'Cuidado, que en caso de balacera ustedes pueden morir. No se muevan. P¨®ngase en un sitio o en otro". En un t¨¦rmino fueron tajantes: se irritan cuando se refieren a ellos como grupo terrorista y se distanciaron del militarismo de Sendero Luminoso. "Somos guerrilleros, somos luchadores sociales", recuerda Sota que dec¨ªan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.