La voracidad portuguesa

La inagotable sed de pol¨¦micas futbol¨ªsticas convenientemente alimentadas por los medios de comunicaci¨®n han convertido a Portugal en el para¨ªso de las disputas deportivas, al menos en los ¨²ltimos meses. Despu¨¦s de las acusaciones de corrupci¨®n, los supuestos sobornos a los ¨¢rbitros o los enfrentamientos por la inevitable salida de sus mejores jugadores al extranjero, las frecuentes convulsiones futbol¨ªsticas han alcanzado al seleccionador nacional, Artur Jorge, un entrenador de reconocido prestigio.El pasado 14 de diciembre, fecha en que la selecci¨®n portuguesa recib¨ªa a Alemania en el estadio del Benfica, el semanario Expresso titulaba en portada: "Artur Jorge: El Benfica no existe, es un circo". La frase provoc¨® las iras de dirigentes y aficionados del Benfica.

Enfrentado a los dirigentes benfiquistas desde su pol¨¦mica salida del club, Jorge precisaba en la entrevista que no quer¨ªa hablar del Benfica, pero se le escap¨® el pol¨¦mico comentario.Finalmente, el conflicto se ha saldado con las disculpas mutuas del seleccionador y los dirigentes del Benfica y el silencio de Expresso., Artur Jorge, forzado por la Federaci¨®n Portuguesa de F¨²tbol, envi¨® a los dirigentes del Benfica una carta que se hizo p¨²blica ayer. Dice as¨ª: "Una frase por m¨ª proferida en un contexto en que me dirig¨ªa exclusivamente a dos personas con quien almorzaba acab¨® por ser publicada de forma impropia, en un d¨ªa impropio, contra lo que eran mis expectativas fundadas en la m¨¢s elemental buena fe". "Quisieron las circunstancias", contin¨²a, "especialmente por imperativos period¨ªsticos discutibles desde el punto de vista moral, que un comentario emitido de manera lateral y metaf¨®rica fuese promovido a titular de portada y asumiese, por eso, proporciones p¨²blicas que no dese¨¦ y expongo". Artur Jorge finaliza su carta reiterando "con la mayor vehemencia mis sentimientos de aprecio y respeto por esa gran instituci¨®n". Hasta la pr¨®xima.