Martorell novela la vida en la Ibiza de los a?os sesenta

No necesitaban reloj, nadie conoc¨ªa los apellidos del de al lado y a ninguno le interesaba lo que contaban los peri¨®dicos. Ellos promocionaron Ibiza en los a?os sesenta, antes de que se convirtiera en una isla tur¨ªstica. Carlos Martorell (Barcelona, 1944) novela en R¨¦quiem. por Peter Pan (Cuademos del bronce) la historia de los pioneros del hipismo en Espa?a y c¨®mo algunos acabaron enganchados a la coca¨ªna o a las drogas sint¨¦ticas. "No es una novela nost¨¢lgica. Se trata de una narraci¨®n sobre la vida de aqu¨¦llos que creyeron que pod¨ªan marginarse y que acabaron devorados por el sistema, quien convirti¨® en materia de consumo todas sus ideas revolucionarias", dice el autor. R¨¦quiem por Peter Pan no es una novela autobiogr¨¢fica, pero est¨¢ plagada de personajes que podr¨ªan ser perfectamente identificables. De varias realidades he hecho un c¨®ctel, cuyo resultado final es esta ovela. Hay mucho de verdad, pero tambi¨¦n hay mucho de ficci¨®n", aclara el autor reci¨¦n llegdao de Nueva York.Martorell, un reconocido relaciones p¨²blicas que ha realizado numerosas incursiones en el mundo de la prensa, debuta en el mundo de la literatura con R¨¦quiem por Peter Pan. Ibiza, Nueva York, Barcelona y Marrakech son los puntos cardinales de esta obra, donde se analiza la euforia neoyorkina de los setenta, donde la moda deja de ser alta costura para convertirse en industria, hasta el s¨ªndrome de la clueca -"vivimos en una sociedad donde ya nadie es viejo, la gente se silicona y se opera y al final padres e hijos acaban compitiendo". Martorell califica su obra como un aviso sobre las consecuencias de la represi¨®n y hace una llamada a la moderaci¨®n en el consumo de estupefacientes: "Antes los tom¨¢bamos como si se trataran de un sacramento. Lo probamos todo y no pas¨® nada, pero el problema surgi¨® con aqu¨¦llos que acabaron enganchados. R¨¦quiem por Peter Pan es un reflejo de lo que han supuesto las drogas para la gente de mi generaci¨®n". No es muy optimista Martorell en lo que se refiere al futuro. "La situaci¨®n puede empeorar. No hay m¨¢s que ver las discotecas a las seis de la ma?ana, plagadas. de gente que se mete veinte cosas diferentes de p¨¦sima calidad".