La Iglesia serbia, uno de los pilares del r¨¦gimen, abandona a Milosevic y critica el fraude electoral
La Iglesia serbia, cristiana ortodoxa, uno de los pilares ideol¨®gicos sobre los que se ha asentado el nacionalismo expansionista de Slobodan Milosevic, ha terminado tambi¨¦n por dar la espalda al presidente serbio. Ayer, tras una reuni¨®n del Santo S¨ªnodo (la Asamblea Episcopal), los obispos emitieron un duro comunicado en el que condenaban "en¨¦rgica y p¨²blicamente" al r¨¦gimen de Milosevic por la "falsificaci¨®n del voto popular".Han sido necesarias seis semanas de manifestaciones callejeras por parte de la oposici¨®n, la un¨¢nime condena de la comunidad internacional, el dictamen desfavorable de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), la aparici¨®n de disensiones en las Fuerzas Armadas y las cr¨ªticas de la Uni¨®n de Escritores, otro de los pilares del r¨¦gimen, para que la Iglesia serbia abandone su ambigua posici¨®n.
"La Asamblea Episcopal de la Iglesia ortodoxa serbia, guardia atenta de los valores y principios sagrados, condena en¨¦rgicamente el comportamiento del r¨¦gimen gobernante", se dice textualmente en el comunicado. Varios obispos presionaron durante las ¨²ltimas semanas al anciano patriarca Pavle, el Papa serbio, para que saliera de su silencio y se sumara a la protesta general.
En el manifiesto del Santo S¨ªnodo se explica a los fieles que su Iglesia ha aguardado varias semanas a la espera de que prevaleciera la cordura ante las manifestaciones pac¨ªficas, pero que esto no ha sido posible debido a que el r¨¦gimen acab¨® recurriendo a la fuerza "y derramando sangre de inocentes".
Los obispos no se detienen en la cr¨ªtica, sino que aprovechan las circunstancias para reclamar sus bienes hist¨®ricos. "El Santo S¨ªnodo condena la paganizaci¨®n de la ense?anza, la apropiaci¨®n y no devoluci¨®n de los bienes eclesi¨¢sticos confiscados [durante el comunismo, 1945-1990], la venta de los bienes de la Iglesia y el secuestro de los archivos que guardan las ra¨ªces del pueblo serbio".
Temor a los matones
El anciano patriarca Pavle, demacrado por su mala salud y las siete semanas de riguroso ayuno que viene observando hasta la Navidad ortodoxa, el 7 de enero, es profundamente anticomunista, pero tem¨ªa que ponerse en contra de Milosevic mellara la posici¨®n negociadora de Serbia en el conflicto de Bosnia-Herzegovina. La Iglesia serbia se aline¨® en las guerras de Croacia y Bosnia con el nacionalismo m¨¢s radical, del que Milosevic se alej¨® en 1994.
Mientras, en las calles de Belgrado y de otras ciudades del pa¨ªs se reproducen las manifestaciones de protesta. Uno de los l¨ªderes de la coalici¨®n opositora Zajedno (Unidos), Vuk Draskovic, advirti¨® ayer del peligro de que el r¨¦gimen vuelva a intentar la utilizaci¨®n de sus partidarios para romper las marchas pac¨ªficas y justificar el uso de la violencia. La oposici¨®n critica con dureza a la televisi¨®n oficial, que ignora las protestas, por su cobertura de los actos de fin de a?o en Belgrado, donde m¨¢s de 200.000 personas se reunieron para despedir el a?o y exigir la renuncia de Milosevic. La televisi¨®n oficial prefiri¨® mostrar im¨¢genes de la Nochevieja de Nueva York, Londres y Sydney.
A pesar de esta cerraz¨®n, el r¨¦gimen serbio parece inclinado a aceptar las recomendaciones de la OSCE. El Consejo Permanente de esta organizaci¨®n se re¨²ne hoy en Viena para analizar el denominado informe Gonz¨¢lez y elevarlo a definitivo. Este texto es el que redact¨® el ex jefe del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez durante su visita a Belgrado antes de Navidad, al frente de un delegaci¨®n de la OSCE. Gonz¨¢lez da la raz¨®n a la oposici¨®n, que reclama la victoria en 14 ciudades en las pasadas elecciones municipales.
Milosevic, que abandon¨® a los partidarios de la guerra en Bosnia debido al estrangulamiento de la econom¨ªa serbia provocado por el embargo internacional, se enfrenta ahora a nuevas sanciones en el caso de no ceder. Tiene dos opciones si acepta el dictamen de la OSCE que ¨¦l mismo pidi¨®: acatar el resultado electoral inicial o convocar nuevos comicios. Suceda lo que suceda, sale debilitado.
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