La familia que gan¨® un juicio por ruidos aceptar¨ªa que la empresa condenada le construyera otra casa

La familia de Murcia que debe ser indemnizada con 50 millones de pesetas y una mensualidad de 400.000 por sufrir los ruidos y molestias de una empresa se conformar¨ªa con que le construyeran otra casa similar a la suya: un chal¨¦ de unos 18 millones de pesetas. Una juez ha condenado a la firma Vegetales Congelados SA (Veconsa) y al Ayuntamiento de Alguazas (Murcia) solidariamente a pagar a la familia demandante (V¨¦ase EL PA?S de ayer). Veconsa anunci¨® ayer que recurrir¨¢ la sentencia. En Veconsa, el gerente Teodoro Hern¨¢ndez lament¨® ayer el trago con el que han empezado el a?o nuevo. Hern¨¢ndez asegur¨® que la empresa solicit¨® todos los permisos necesarios de Industria, Medio Ambiente y del Ayuntamiento. Como ejemplo, Hern¨¢ndez mostraba el acta del Ayuntamiento, con fecha 28 de junio de 1995 y tramitada por el anterior alcalde, el socialista Francisco Franco, en la que se le daba luz verde para su actividad.

Veconsa, que da empleo a 180 trabajadores y ha invertido 1.700 millones de pesetas en construir estas instalaciones de congelado. do frutas y vegetales reconoce que su actividades origen de los ruidos "normales" por el incesante movimiento de camiones, pero rechaza que alcancen los niveles de molestias que aduce su vecino Pascual Fern¨¢ndez L¨®pez, que compr¨® los terrenos y la casa al lado de esta industria antes de que se ampliara.

Pascual Fern¨¢ndez es un peque?o empresario que tiene un negocio de impresi¨®n y serigraf¨ªa y asegura que durante siete a?os no ha podido dormir con tranquilidad ni disfrutar del sosiego en su hogar a consecuencia de los ruidos generados por Veconsa.

El abogado de la familia, Jos¨¦ Luis Maz¨®n, dice que Veconsa nunca debi¨® empezar su actividad sin resolver los permisos de Medio Ambiente ni de Actividades Insalubres y Molestas. Maz¨®n es el mismo abogado que llev¨® otro caso similar de molestias producidas a una familia por los vertidos de una empresa. Un caso que lleg¨® al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo y que provoc¨® la doctrina de la que ahora se beneficia este nuevo asunto.