La otra cara de la moneda

En el apartado de Cartas al Director, leo con perplejidad y asombro Suiza es grande, sobre la opini¨®n de don Manoel Riveiro de la honradez y eficacia de la Administraci¨®n suiza respecto al tema de las pensiones de los emigrantes espa?oles en Suiza. Con todo el respeto hacia el se?or Riveiro, creo que, seguramente por desconocimiento y falta de informaci¨®n, tiene una imagen distinta a la realidad.Soy emigrante desde hace m¨¢s de veintiocho a?os en Suiza y, como contribuyente (con car¨¢cter obligatorio) para la pensi¨®n complementaria, tengo que afirmar que, al regreso definitivo de los emigrantes a sus respectivos pa¨ªses, estas pensiones tienen que ser devueltas en su totalidad por parte de la Administraci¨®n suiza. Quiz¨¢ la falta de informaci¨®n de las autoridades suizas a su debido tiempo haya ocasionado que estos emigrantes carecieran de medios legales para reclamar los derechos a estas devoluciones y hayan tenido que ser los sindicatos los que se hayan movilizado para que se haga justicia al respecto. Eso s¨ª, Suiza guarda celosamente sus secretos bancarios como, por ejemplo, los tesoros robados por los nazis durante la II Guerra Mundial a otros pa¨ªses, delatado por Estados Unidos y el Reino Unido y reclamados por miles de jud¨ªos afectados y que, aun despu¨¦s de m¨¢s de sesenta a?os, a¨²n no han sido devueltos en su totalidad, am¨¦n de las fabulosas cuentas de dictadores, etc¨¦tera, de varios pa¨ªses (alg¨²n ex banquero y ex alto cargo de nuestro pa¨ªs por todos conocidos) y todo ello patrimonio de los diferentes pa¨ªses.-