"Preferir¨ªa un universo m¨¢s equilibrado, incluso entre materia y antimateria"
En un momento cr¨ªtico para el Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas (CERN, junto a Ginebra), el f¨ªsico espa?ol ?lvaro de R¨²jula ha sido nombrado director de la divisi¨®n de teor¨ªa de ese organismo de investigaci¨®n, sometido a fuertes presiones presupuestarias precisamente cuando est¨¢ desarrollando el que ser¨¢ el m¨¢s poderoso acelerador de part¨ªculas del mundo, el LHC. De R¨²jula, de 52 a?os, lleg¨® por primera vez al CERN hace m¨¢s de tres d¨¦cadas y compagina su labor all¨ª con la de profesor de la Universidad de Boston. A partir del pr¨®ximo mes de julio tendr¨¢ que dejar un poco de lado su investigaci¨®n en cosmolog¨ªa y f¨ªsica de part¨ªculas, campo por el que es reconocido internacionalmente. Y esa distracci¨®n de su trabajo, volcado ahora en la materia y antimateria del universo, manifiestamente le disgusta, aunque no pierde su habitual iron¨ªa al contestar desde su despacho de Ginebra las preguntas de este peri¨®dico.Pregunta. ?Por qu¨¦ un laboratorio experimental como el CERN tiene un grupo de f¨ªsicos te¨®ricos?
Respuesta. El personal fijo del CERN son 2.800 personas, de las cuales 10 somos f¨ªsicos te¨®ricos: una minor¨ªa aplastante. Sin la colaboraci¨®n teor¨ªa experimento no habr¨ªa progreso en investigaci¨®n. En el laboratorio hay te¨®ricos que se ocupan de la ense?anza continuada o que participan en la propuesta, selecci¨®n y an¨¢lisis de experimentos. Otros se dedican a quehaceres m¨¢s abstractos. Todos lo hacen a su aire, la libertad acad¨¦mica es indispensable.
P. ?Cu¨¢ntas personas hay en la divisi¨®n de teor¨ªa?
R. En verano, cerca de 200; el resto del a?o, un 20% menos. Adem¨¢s de los 10 f¨ªsicos fijos, otros 10 tienen puestos de seis a?os, y hay veintitantos j¨®venes, la punta de lanza de la divisi¨®n, con becas de dos a?os. Los ciento y pico restantes son cient¨ªficos visitantes, la mayor¨ªa por periodos m¨¢s cercanos al mes que al a?o. Con tanta gente, no es sorprendente que todo el panorama de la f¨ªsica de part¨ªculas est¨¦ cubierto, yo dir¨ªa que a veces con varias capas.
P. ?Qu¨¦ l¨ªneas de investigaci¨®n son m¨¢s destacadas en f¨ªsica de part¨ªculas ahora mismo?
R. Destacar algo ser¨ªa cuesti¨®n de gustos. Hay periodos revolucionarios en que se comprueban experimentalmente predicciones te¨®ricas fundamentales o se explican te¨®ricamente observaciones misteriosas y profundas. ¨²ltimamente, gracias al LEP [el gran acelerador de part¨ªculas en funcionamiento en el CERN], hemos comprobado que el llamado modelo est¨¢ndar es una teor¨ªa consistente a nivel cu¨¢ntico. Suena m¨¢s misterioso y menos sexy que descubrir el ¨²ltimo grito de quark, pero es much¨ªsimo m¨¢s importante. Solamente durante esas lunas de miel -y ahora no estamos en una- est¨¢ bien claro qu¨¦ es lo que destaca. Dicho esto, la mitad de mis colegas se jugar¨ªan la coleta por la teor¨ªa de las supercuerdas, y otros lo har¨ªamos por el progreso en el terreno en que se a¨²nan f¨ªsica de part¨ªculas y cosmolog¨ªa.
P. ?En un momento tan cr¨ªtico para el CERN, qu¨¦ piensa hacer como director de la divisi¨®n de teor¨ªa?
R. ?Hacer? El director tiene que dejar hacer. Como mucho, equilibrar las distintas facciones tribales para evitar met¨¢stasis. Lo que me duele es lo que voy a dejar de hacer. Con s¨®lo ocuparme de nuestros centenares de cient¨ªficos visitantes y asistir a reuniones de emergencia sobre la catastr¨®fica situaci¨®n actual del CERN ya se me ir¨¢n cuatro tercios del tiempo. Pasar de investigador a director es como pasar de torero a ganadero o de atleta a zombie.
P. ?Ha habido antes alg¨²n director de divisi¨®n espa?ol en el CERN?
R. No. cuando yo llegu¨¦, Espa?a no pertenec¨ªa al CERN y no hab¨ªa aqu¨ª ning¨²n te¨®rico espa?ol. Ahora estamos razonablemente representados en mi divisi¨®n, pero en el resto de la organizaci¨®n -y en particular en la divisi¨®n de f¨ªsica experimental- el porcentaje de espa?oles es escandalosamente bajo, por decirlo suavemente.
P. ?Supone su cargo intervenir en la direcci¨®n del CERN?
R. Ser¨ªa mucho decir. Los pa¨ªses propietarios del CERN delegan en su director general -por un periodo irrepetible de cinco a?os- un poder dictatorial total. Ahora el dire tendr¨¢ m¨¢s ocasiones de escuchar y no seguir mis sabios consejos.
P. ?La situaci¨®n catastr¨®fica a la que se refer¨ªa es volcar el laboratorio exclusivamente en la construcci¨®n del LHC?
R. Exactamente. El CERN ten¨ªa gente y proyectos variados, competitivos y entusiastas, con un presupuesto ajustado. Pol¨ªticas miopes de este o aquel pa¨ªs nos han impuesto ahorros mezquinos, pero que han ido cortando por lo sano. Con ello, un laboratorio que era el mejor del mundo ha dejado de hacer investigaci¨®n y desarrollo, paralizar¨¢ toda la experimentaci¨®n durante cinco a?os, aplicar¨¢ medidas de paro t¨¦cnico, acabar¨¢ eliminando a la mitad de la plantilla y casi no formar¨¢ ni contratar¨¢ a gente joven. Y todo esto despu¨¦s de cuarenta a?os de inversi¨®n. ?Es de Nobel de Econom¨ªa? Solo cabe esperar que sea una locura pasajera.
P. ?Qu¨¦ aportan los te¨®ricos al LHC? ?Y el LHC qu¨¦ aporta o aportar¨¢ a los te¨®ricos?
R. La teor¨ªa aporta al LHC su justificaci¨®n y la determinaci¨®n de la energ¨ªa y luminosidad necesarias para cubrir un terreno en el que estamos convencidos de que hay algo ignoto y fascinante. El LHC puede confirmar las teor¨ªas actuales o tropezar con algo a¨²n m¨¢s ingenioso. En todo caso, el LHC nos instruir¨¢ sobre el origen de la masa de las part¨ªculas. Esta cuesti¨®n y la de la composici¨®n de la masa del universo son quiz¨¢ los dos problemas m¨¢s fascinantes de la f¨ªsica fundamental. Si hay un misterio profundo, es la masa.
P. ?En qu¨¦ est¨¢ trabajando ahora?
R. Escribo un largo trabajo en el que demuestro que en el universo no hay cantidades significativas de antimateria: antigalaxias, antiestrellas y antimundos. Una pena, yo preferir¨ªa vivir en un universo m¨¢s equilibrado, incluso entre materia y antimateria.
P. ?Pero no ha propuesto usted precisamente un detector de antimateria c¨®smica?
R. Me encuentro entre quienes proponen un experimento en ¨®rbita terrestre, el detector AMS, para buscar, entre otras cosas, antimateria procedente de lejanas galaxias, y luego voy y digo que no existe. ?C¨®mo me atrevo, ahora que el proyecto est¨¢ aprobado y financiado por la NASA? Es menos contradictorio de lo que parece. La prueba de que no hay gran cantidad de antimateria emplea el marco de nuestro entendimiento actual del cosmos. Si AMS encuentra antimateria, se van al garete las hip¨®tesis aceptadas; tambi¨¦n en la ciencia es astuto apuntarse a las posibles revoluciones.
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