Morente sufre y triunfa con Lorca y Cohen
El teatro Bret¨®n de los Herreros, de Logro?o, casi 800 localidades vendidas, alberg¨® el viernes el concierto cumbre -con el de Rosana- de Actual 97 un d¨ªa antes del cierre del festival. Primero, las Hijas del Sol, d¨²o de ecuatoguineanas exiliadas en la ex metr¨®poli: superiores, capaces de expresar con una cadera m¨¢s iron¨ªa que tres tomos de Guillermo Quintana. Despu¨¦s, Enrique Morente, cantaor, vecino del Albaic¨ªn, amante de los poetas.Llega rodeado de seis gitanos -Tomatito, Montoyita, El Paquete, El Negri, El Bandolero, Antonio Carbonell-, un bailaor menudo y el¨¦ctrico apodado Chacalela y un oscuro grupo rock: Lagartija Nick. Es la primera presentaci¨®n en directo de su nuevo disco, Omega, con textos de Federico Garc¨ªa Lorca (Poeta en Nueva York) y Leonard Cohen. Dice cosas como ¨¦sta: "Vendr¨¢n las iguanas vivas a morder a los hombres que no sue?an".
Rueda de prensa en el Caf¨¦ de la Luna. Morente bromea entre c¨¢maras, micr¨®fonos y periodistas: "?Qu¨¦ si soy un innovador? El arte va por su sitio. Omega es s¨®lo un intento de buscar la sorpresa: casi todo est¨¢ todo hecho, pero hay que seguir intent¨¢ndolo. Si yo fuera cr¨ªtico, ser¨ªa el m¨¢s malo con los dem¨¢s. Conmigo soy m¨¢s indulgente, pero Omega deber¨ªa hacer menos ruido".
Ha sido un a?o largo de ensayos, b¨²squeda, descartes, hallazgos. Cada tema es casi un mundo en s¨ª mismo, ha dicho ¨¦l con esa extra?a mezcla de vanidad y humildad de siempre. El disco va bien, ha vendido 14.000 copias en tres semanas, cifra nunca alcanzada en los 15 intentos anteriores. Borja Casani, responsable de la edici¨®n del CD, conf¨ªa en que el directo sea un gran espect¨¢culo: "Bolos peque?os al principio para rodarlo; en mayo, Madrid; gira por toda Espa?a en verano, y en oto?o, Francia, Alemania y Nueva York". Poco antes del concierto, Morente sigue vacilando: "Voy a subir a estudiar, que me he olvidado la letra del Vals".
Cuadro de tristeza
En los camerinos. ?Nervios? "Na, s¨®lo es el momento de la verdad". Sabe que tiene un diamante entre las manos y se le ve con la ilusi¨®n de los d¨ªas grandes. Pero qui¨¦n asegura que todo va ir bien. Han sido tres d¨ªas de ensayos, y coordinar a 12 artistas y 24 personas de equipo de luces y sonido requiere m¨¢s. Morente tiene clara una cosa, seg¨²n dice la lista con los temas de hoy: seguir¨¢ haciendo de entrada su antolog¨ªa cl¨¢sica; en la segunda parte, ca?a: 30 a?os de carrera en hora y media. El principio pone la carne de gallina. Morente sale por martinetes, recuperaci¨®n de una escena de El loco rom¨¢ntico, su versi¨®n del Quijote. "Soy un cuadro de tristeza arrumbao por la pared". Las voces de Negri y Carbonell crujen el teatro. Las palmas llevan a las buler¨ªas, Chacalela baila con garbo.
Escoltado por tres guitarristas y tres percusionistas, Morente ataca la ca?a, las alegr¨ªas de Alberti, unos tientos llenos de cuajo, y en pleno ayeo para la sole¨¢, un chorro escenogr¨¢fico de humo sale desde atr¨¢s y le seca la garganta. El agua llega despu¨¦s de cuatro falsetas de Tomatito solo. Morente sale del apuro con brillantez, doli¨¦ndose, agarr¨¢ndose la chaqueta, y cuando va a terminar con la seguiriya, extra?amente fr¨ªa, alguien cae al suelo detr¨¢s del tel¨®n, que no sube. La segunda parte arranca con un tema lorquiano, pero no de Omega. En el patio alguien grita: "?Enrique, a tus ra¨ªces!". La lista prevista -seis temas de Omega- se queda en cuatro: Ciudad sin sue?o -despojada de toda solemnidad por la declamaci¨®n surrealista de Chacalela-; el impresionante Aleluya; El pastor bobo y, tras- seis minutos de aplausos, el bis con La Aurora de Nueva York. M¨¢s palmas, bravos, ol¨¦s. Un aut¨¦ntico impacto visual y sonoro ha sacudido aquello. Sabe a poco, pero Morente no vuelve. Su lema es siempre el mismo, en Logro?o o Nueva York: "Irse cinco minutos antes de ponerse pesado". De madrugada, en un bar, las dudas. "Venimos a presentar el Omega y no hacemos el Omega. Qu¨¦ locura". A las siete, su voz resuena fuerte todav¨ªa en el hotel: "Abrid los escotillones para que vea bajo la luna / las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros".
Babelia
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