Involucrados
Los GAL siguen actuando en todas sus variantes y se han distribuido impl¨ªcitamente, supongo, diferentes objetivos. Los herederos del n¨²cleo parapolicial amenazan a los testigos o los vapulean directamente; los pol¨ªticos implicados y sus filibusteros c¨®mplices o asociados intensifican la campa?a de intoxicaci¨®n contra los jueces que siguen adelante con la investigaci¨®n; los GAL medi¨¢ticos critican a los encausadores con una tenacidad no empleada en la constataci¨®n de los hechos encausados; una variada gama de paniaguados, amigos y conocidos de implicados en los GAL prosigue la tarea de ocultaci¨®n de la senda que lleva a las checas democr¨¢ticas y a sus responsables; psic¨®patas de la raz¨®n de Estado le ponen filosofia y m¨²sica al asunto desde contrapuestas, repugnantes coartadas pragm¨¢ticas: ?acaso Mitterrand no condecor¨® a asesinos de ecologistas y Franco no hizo ministros de pistoleros, torturadores y exterminadores vanos?Estamos todos involucrados en los planteamientos y las consecuencias , de un caso que actuar¨¢ sobre el. futuro de la democracia espa?ola como el affaire DreYffuss sobre la Tercera Rep¨²blica Francesa. A medida que se acercan los preliminares de los juicios previsibles y se abran nuevas diligencias que acent¨²en el riesgo para los presuntos implicados, los esbirros de los GAL, sus c¨®mplices pol¨ªticos, medi¨¢ticos y la variada gama de psic¨®patas de la raz¨®n de Estado cerrar¨¢n filas y abrir¨¢n cabezas caiga quien caiga y lo que caiga. Hay que elegir entre los que tratan de aclarar qu¨¦ ocurri¨® y los que tratan de oscurecerlo desde la corresponsabilidad, la verg¨¹enza ajena, o desde el miedo a que rebroten terrorismos de Estado precursores. Los GAL tendr¨¢n al menos cinco l¨ªneas en las enciclopedias cibernautas m¨¢s eternas. Deseable que en esas cinco l¨ªneas quepan sus responsables de pensamiento, palabra, obra u omisi¨®n.
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