Rayo y Athletic se lo juegan al pelotazo
Alkiza sac¨® en la segunda parte al equipo vasco de un juego p¨¦simo
Dirimieron el pleito a pelotazos, lo que no deja de ser triste. Quiz¨¢ sea eso lo que pide el c¨¦sped de Vallecas, que ha sido arreglado a medias, a retazos, aqu¨ª si pero all¨ª no. La excusa deja mucho que desear, porque la hierba no justifica lo que ayer ense?¨® el Rayo, m¨¢s o menos lo esperado, y lo que mostr¨® el Athletic de Bilbao, sorprendentemente mezquino en su juego y pobre de argumentos. Bobo y desconocido, por explicarlo pronto y mal.Buscar a Guerrero fue una manera tan respetable como cualquier otra de perder el tiempo. Estuvo en cuerpo, no en alma. Fue v¨ªctima del miedo, que al fin y al cabo es libre, que le ten¨ªa Paquito. Sobre ¨¦l situ¨® a Mart¨ªn Gonz¨¢lez. Y para definir el marcaje vale cualquier t¨®pico: lo del aliento en el cogote, la persecuci¨®n hasta la ducha y todas esas cosas. Paquito no encontr¨® un modo m¨¢s arcaico de sobrevivir. Y sobrevivi¨®.
RAYO VALLECANO 1
ATHLETIC 1Rayo Vallecano: Contreras; Cota, Mu?iz, Cortijo,-Jos¨¦ Mar¨ªa (Abdellaoui, m. 75); Mart¨ªn Gonz¨¢lez; Moreau, Castillo, Barla (De Quintana, m. 75); Guilherme y Radchenko. Athletic: Etxeberria; Corino, Jos¨¦ Mar?, Karanka (Urzaiz, m. 62); Larrainzar, Urrut¨ªa (¨®scar Vales, m. 67), Alkiza, Larraz¨¢bal; Guerrero (Goikoetxea, m. 88); Ziganda y J. Etxeberria. Goles: 1-0. M. 15. Saque de puerta de? guardameta Contreras, falla la defensa de? Athletic y Moreau supera a Etxeberria. 1 -1. M. 70. Centro de J. Etxeberria y Urzaiz fusila de cabeza. Arbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Cortijo y Guerrero. Unos 11.000 espectadores en el campo de Vallecas.
El Rayo manej¨® con soltura buena parte del choque. Lo hizo sin alharacas, sin adornos, agarr¨¢ndose al pelotazo cuando Castillo no aparec¨ªa para ordenar el tr¨¢fico. El y Moreau intentan echarle raciocinio al tema. Pero su presencia es intermitente. Y entonces triunfa la otra alternativa, la del patad¨®n, antesala del ¨¦xito en contadas ocasiones. Ah¨ª va una de ellas: a las ant¨ªpodas de su refugio mand¨® el bal¨®n Contreras, Karanka dud¨®, Jos¨¦ Mari no se enter¨®, y por all¨ª apareci¨® Moreau, encantado de la vida, que mand¨® a la red el inesperado regalo. Es posiblemente la jugada m¨¢s vieja del f¨²tbol, pero la defensa del conjunto vasco no se la sabe.
Habr¨¢ quien llame valiente a Luis Fern¨¢ndez por jugar con tres defensas adelantados, pero habr¨¢ tambi¨¦n quien le tilde de suicida. Porque ayer Radchenko recuper¨® su cr¨¦dito. Se hart¨® de regatear, de superar en carrera, por un lado y por otro, a la defensa, es un decir, del Athletic. Karanka se dej¨® parte de su prestigio en Vallecas.
El partido lo cambi¨® de signo Alkiza. ?l levant¨® y mantuvo en pie al Athletic. Su rival jugaba con 10, porque Mart¨ªn Gonz¨¢lez, que iba a lo suyo, apenas la tocaba. Pero Guerrero, menos. Ah¨ª hubo empate. Como en los pelotazos. Sali¨® Urzaiz porque llegaba el momento de que la artiller¨ªa pesada resolviera la sin sustancia aquella. Y el bal¨®n se fue arriba. Una y otra vez. Un centro de Alkiza lo sac¨® la defensa del Rayo; el siguiente, de Larrainzar, tambi¨¦n. Pero el tercero lo caz¨® Urzaiz. Que estaba para eso, para que su cabeza llegara donde no lo hac¨ªa el invisible f¨²tbol del Athletic.
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