La ultraderecha de Le Pen gana en Vitrolles y se hace con el control de una cuarta alcald¨ªa en Francia
Fue un instante de emoci¨®n, tristeza y rabia. En la gran sala de fiestas de Vitrolles se desgranaban los resultados en una pantalla gigante, y con los primeros votos escrutados ya se hac¨ªa evidente la victoria del uItraderechista Frente Nacional (FN) en las elecciones municipales. Alguien empez¨® a tararear el Canto de los partisanos. Muchas otras gargantas se unieron al murmullo. Al final, Catherine M¨¦gret, esposa del ide¨®logo ultra Bruno M¨¦gret, fue elegida alcaldesa de Vitrolles con m¨¢s de un 52% de los votos. La cuarta alcald¨ªa que logra el FN fue recibida con disturbios en las calles de Vitrolles.
, Una treintena de j¨®venes que comenz¨® a romper los escaparates de algunas tiendas junto al Ayuntamiento en cuanto se anunci¨® a victoria de FN fue dispersada por la polic¨ªa con gases lacrim¨®genos.La participaci¨®n fue muy alta, por encima del 80%. Pero la del FN fue una victoria sin alegr¨ªa. Los votantes de M¨¦gret reaccionaban airadamente cuando grupos de j¨®venes les llamaban "nazis" o gritaban, en espa?ol, "no pasar¨¢n". El FN gan¨® los votos del desencanto, del miedo, del rechazo a un alcalde, el socialista Jean Jacques Anglade, ineficiente y procesado por malversaci¨®n de fondos municipales. "Yo no soy nazi, luch¨¦ contra los nazis en la guerra. S¨®lo quiero una Francia m¨¢s limpia y m¨¢s justa, y con gente como Anglade eso es imposible", proclam¨® un anciano votante del FN.
En Vitrolles fracas¨® anoche la estrategia del frente republicano, la uni¨®n de todos los partidos democr¨¢ticos, impulsada desde los cuarteles generales de Par¨ªs, para frenar el avance de la ultraderecha. Vitrolles, ciudad de 40.000 habitantes a una veintena de kil¨®metros de Marsella, re¨²ne todas las caracter¨ªsticas de la Francia actual: alto desempleo (19%), fuerte porcentaje de inmigrantes, corrupci¨®n pol¨ªtica y miedo al futuro. Y el FN, como ya hizo en TouIon, Marignane y Orange, supo sacar provecho.
La jornada electoral se desarroll¨® sin incidentes, pero en un ambiente espeso, lleno de confidencias y miradas huidizas. "Maticen, por favor", rog¨® en voz baja una mujer a un grupo de periodistas, "porque, gane quien gane, perder¨¢ casi la mitad de la poblaci¨®n y quedar¨¢n heridas abiertas". "Vitrolles no ser¨¢ en ning¨²n caso ni una ciudad ultraderechista, ni la ciudad que venci¨® al FN", a?adi¨®.
En el populoso mercado de la parte baja de la ciudad, la Vitrolles de la pobreza, el paro y la inmigraci¨®n, las elecciones eran el gran tema de conversaci¨®n. "Yo estoy contra el FN, pero no estar¨ªa mal que se dieran una pasada por la alcald¨ªa y redujeran un poco la inmigraci¨®n, el crimen y los impuestos. Luego podr¨ªan volver los otros", coment¨® una vendedora de flores. "Cuando ganen, se instalen y se hagan con todos los resortes, me gustar¨¢ ver c¨®mo consigue usted sacarles del poder", se encar¨® un transe¨²nte con la florista, iniciando una ¨¢spera discusi¨®n.
Bruno M¨¦gret y su esposa Catherine fueron la gran atracci¨®n del d¨ªa para decenas de periodistas de toda Europa. Su majestuoso recorrido por la veintena de colegios electorales fue seguido por un cortejo de informadores, guardaespaldas y entusiastas, mientras Jean-Jacques Anglade, el alcalde saliente y candidato socialista, erraba en solitario por la zona baja de Vitrolles y repet¨ªa obsesivamente que las fuerzas democr¨¢ticas no estaban todav¨ªa vencidas. "Podemos ganar", insist¨ªa.
Anglade sab¨ªa que la clave del resultado estaba en el 16% de los electores que, en la primera vuelta, hab¨ªan votado al candidato de la coalici¨®n gaullista-liberal, Roger Guichard. El abandono de Guichard en la segunda vuelta, por ¨®rdenes del primer ministro Alain Jupp¨¦, estableci¨® de hecho un frente republicano que situaba a todas las fuerzas democr¨¢ticas contra el FN. Ese frente republicano de Vitrolles dividi¨® gravemente a la mayoria conservadora que gobierna Francia y puede desequilibrar, en el futuro, el tradicional eje electoral izquierda-derecha.
"Frente al racismo y al totalitarismo, yo s¨¦ que mi sitio est¨¢ con los dem¨®cratas", afirm¨® la ex ministra Simone Veil, de la coalici¨®n Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), para explicar su apoyo a la candidatura socialista en Vitrolles. "Estamos abriendo una avenida al FN. Los electores tienen la impresi¨®n de que no hay m¨¢s que dos opciones pol¨ªticas, el FN de un lado, y los liberales, gaullistas, centristas, socialistas, comunistas y ecologistas, del otro. En ese choque frontal, la coalici¨®n de gobierno pierde su alma e incluso su existencia", manifest¨® a su vez el ministro de Exteriores, Herv¨¦ de Charette, miembro como Veil de la UDF, para justificar su negativa a apoyar a los socialistas contra la ultraderecha.
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