"Las ONG no tienen la culpa del fracaso de los poI¨ªticos"
, La crisis en la regi¨®n de los Grandes Lagos africanos provoc¨® un clamor social a favor de la interposici¨®n de una fuerza internacional que posibilitara la ayuda humanitaria en la zona. Pero esa intervenci¨®n no se produjo. Las organizaciones no gubernamentales hubieron de cambiar sobre la marcha sus proyectos de emergencia en la guerra de Zaire. Se volcaron en proyectos de cooperaci¨®n en Ruanda, a la espera de poder operar en territorio zaire?o, donde nadie sabe lo que est¨¢ pasando.La seguridad del voluntariado qued¨® en situaci¨®n precaria, como ha demostrado el inquietante goteo de asesinatos de cooperantes.
El desarrollo de la crisis ha provocado un debate sobre la ayuda internacional. Incluso se ha acusado a las organizaciones humanitarias de exagerar la situaci¨®n, de elevar la cifra de muertos. Pilar Est¨¦banez, presidenta de M¨¦dicos del Mundo, recalca que "los asesinatos son la punta del iceberg de una espiral de acoso a la que est¨¢n sometidas las ONG en las zonas conflictivas".
Pregunta. ?Tienen alg¨²n fundamento las cr¨ªticas sobre la actuaci¨®n de las ONG?
Respuesta. Algunos medios de comunicaci¨®n han dado por bueno el diagn¨®stico de que "todo est¨¢ bajo control". Nada m¨¢s lejos de la realidad, si se toman en serio informes tan poco sospechosos como los de ACNUR o Unicef. Las cr¨ªticas, desde mi punto de vista, han sido desproporcionadas y precipitadas.
P. Se acusa a las ONG de alarmar a la opini¨®n p¨²blica.
R. Es todo lo contrario. ?Alguien puede decir qu¨¦ hubiera pasado sin la presencia de las ONG? ?Alguien puede decir qu¨¦ va a suceder con m¨¢s de un mill¨®n de personas que regresan a un pa¨ªs en que el odio a¨²n perdura, en el que las casas de los retornados han sido quemadas u ocupadas?
P. Se ha hablado de "despilfarro" y proyectos "Fara¨®nicos" en las ONG.
R. Pocas empresas tienen el control financiero que tenemos la mayor¨ªa de las ONG. Adem¨¢s de la auditor¨ªa anual, cada proyecto es auditado; cualquier socio puede acceder a la contabilidad si as¨ª lo desea.
P. En el ¨²ltimo a?o se est¨¢n incrementando las agresiones contra voluntarios en Burundi, Chechenia, Mozambique... Ahora en Ruanda...
R. No son ataques casuales; siguen una estrategia bien definida: amedrentarnos para que no estemos presentes en "puntos calientes", para que la ayuda no tenga control, para que no clamemos contra los abusos a la poblaci¨®n civil. En definitiva, somos testigos molestos porque estamos libres de los intereses pol¨ªticos o econ¨®micos de los Gobiernos.
P. Los ¨²ltimos asesinatos de Ruanda han sido imputados a grupos descontrolados hutus. Sin embargo, esos cr¨ªmenes favorecen de alg¨²n modo la filosof¨ªa del Gobierno ruand¨¦s, partidario de controlar por s¨ª mismo, la ayuda internacional.
R. Esa es una hip¨®tesis incierta. Los asesinatos -y la retirada cautelar de los voluntarios- favorecen a muchos. Tanto el Gobierno espa?ol como M¨¦dicos del Mundo estamos buscando las f¨®rmulas jur¨ªdicas internacionales para el esclarecimiento de los hechos.
P. Tambi¨¦n se comenta la proliferaci¨®n de ONG.
R. No es momento de restar o dividir, sino de sumar esfuerzos y conseguir una mayor coordinaci¨®n. La presencia de peque?as organizaciones ha servido para llevar a nuestras sociedades la voz de las v¨ªctimas. Otras ONG desempe?an un papel muy importante en la defensa de las poblaciones ind¨ªgenas, en procesos de pacificaci¨®n, en la observancia de los derechos humanos en Centroam¨¦rica.
P. ?Existan ONG falsas?
R. No tengo constancia de organizaciones humanitarias con intereses bastardos.
P. Y tambi¨¦n se ha dicho que las relaciones entre las diferentes ONG es azarosa.
R. Mi experiencia personal apunta a todo lo contrario. Trabajamos codo con codo con otras organizaciones. En algunos lugares compartimos casa, sede y oficinas.
P. ?Se ha convertido el voluntariado en la voz de la utop¨ªa?.
R. Nosotros no necesitamos h¨¦roes; necesitamos personas que luchen por un mundo donde no haya lugar para las armas. Las ONG, en muchas ocasiones, son molestas para las leyes del mercado. Hacen falta movimientos alternativos a las pol¨ªticas del Banco Mundial. El nuestro es un compromiso ¨¦tico contra las coordenadas Norte-Sur. Es preciso definir el tipo de intervenciones englobadas en la ayuda humanitaria. A veces, bajo esa cobertura, se infiltra la venta de armas o tecnolog¨ªa. Nosotros promovemos siempre la compra de las materias primas de cada pa¨ªs, no la industria de pa¨ªses desarrollados... Nosotros somos testigos que denunciamos hechos y creamos opini¨®n p¨²blica. En ning¨²n momento se nos puede hacer responsables de los fracasos de los pol¨ªticos.
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