L¨®pez-Amor utiliz¨® su cargo de inspector para saber la situaci¨®n fiscal de un tr¨¢nsfuga de su partido
Fernando L¨®pez-Amor, ex diputado del PP y director general de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, investig¨® en 1989, cuando militaba en el CDS, la situaci¨®n fiscal del concejal centrista Francisco Javier Soto. Lo hizo el mismo d¨ªa en que Soto anunci¨® que se pasaba al grupo mixto y apoyaba al PSOE. L¨®pez-Amor utiliz¨® su cargo en Hacienda -era jefe de la Unidad de Inspecci¨®n- para solicitar a un subordinado el expediente de Soto. El 27 de octubre de 1992, la Audiencia Nacional declar¨® a L¨®pez-Amor "incurso en una falta grave de abuso de autoridad en el ejercicio del cargo" y le conden¨® a 15 d¨ªas de suspensi¨®n de funciones. Soto dimiti¨® el 18 de abril de 1989. Le sustituy¨® el siguiente en la lista del CDS, Fernando L¨®pez-Amor.
, El 14 de abril de 1989 se desat¨® la guerra en el Ayuntamiento de Madrid. Dos concejales del CDS, Francisco Javier Soto y Manuel Mart¨ªnez Parrondo anunciaron su pase al grupo mixto y su apoyo al PSOE. El alcalde de Madrid, entonces Juan Barranco, respir¨® tranquilo pues los dos tr¨¢nsfugas centristas le quitaban la mayor¨ªa absoluta a una posible coalici¨®n CDS-PP y daban estabilidad a su gobierno.Desde ese d¨ªa, Soto fue objeto de una persecuci¨®n. "Investigaron 25 a?os de mi vida. Buscaron esc¨¢ndalos en mis actividades profesionales y en mi vida privada y rastrearon mi patrimonio. Pero no encontraron nada", explico ayer el ex concejal.
Francisco Javier Soto conoci¨® por EL PA?S que Fernando L¨®pez-Amor utiliz¨® el cargo que ocupaba en el Ministerio de Hacienda para conocer su expediente fiscal. "Me ha sorprendido. Aunque la noticia que ustedes han dado se corresponde con todo lo que se hizo en aquel momento pol¨ªtico, que fue investigar a un hombre que hab¨ªa tomado una decisi¨®n pol¨ªtica y s¨¦ le intent¨® descalificar en su vida profesional y privada".
Soto no aprueba la conducta de L¨®pez-Amor: "Hizo una utilizaci¨®n mala de una funci¨®n p¨²blica en inter¨¦s propio". Este peri¨®dico intent¨® ayer, sin ¨¦xito, conocer la versi¨®n de L¨®pez-Amor sobre lo ocurrido.
L¨®pez-Amor se estren¨® como concejal en mayo de 1989, cuando sustituy¨® a Soto. ?ste dej¨® el Ayuntamiento cuatro d¨ªas despu¨¦s de anunciar su pase al grupo mixto porque la opini¨®n p¨²blica "no entendi¨®" su decisi¨®n, seg¨²n explic¨® ayer. Tambi¨¦n influy¨® el acoso pol¨ªtico que tuvo que soportar: "Llamaron a mi casa insultando a mis hijos y a mi gente. Se me imputaron enriquecimientos ilegales y cuestiones personales falsas. Decid¨ª que no val¨ªa la pena continuar".
El ex concejal centrista public¨® una tribuna de opini¨®n en EL PA?S tres d¨ªas despu¨¦s de dimitir donde explicaba as¨ª sus razones: "No estaba dispuesto a admitir ni a tolerar que ciertos pol¨ªticos y ciertos medios de opini¨®n pusieran en duda mi incuestionable. honorabilidad( ... ). Las opiniones de algunos medios y de algunos pol¨ªticos han ido mucho m¨¢s lejos de lo humanamente posible. No se trata ya de la amenaza vil de una bomba o de una paliza, que las ha habido. Se trata de la infamia contra la honorabilidad de la persona". Soto respond¨ªa as¨ª a diversas acusaciones sobre su separaci¨®n matrimonial; su finca de C¨¢ceres y un presunto cobro de 50 millones por apoyar al PSOE. "El dato de la maleta de 50 millones es una afirmaci¨®n burda", continuaba en su art¨ªculo. "Por un mill¨®n de d¨®lares no hubiera dejado nunca el CDS. Por Madrid, gratis, s¨ª".
La curiosidad de L¨®pez-Amor por conocer detalles fiscales de Soto le llevaron a pedir a un subordinado, Jos¨¦ Manuel Benavides, subinspector de Tributos, que "le facilitara la informacion existente en la Base de Datos Nacional" sobre su ex compa?ero de partido.
Benavides pidi¨® el n¨²mero de programa de inspecci¨®n del contribuyente y L¨®pez-Amor le contest¨® que lo hac¨ªa "por razones particulares". El subinspector sugiri¨® entonces a L¨®pez-Amor que accediese a la base de datos con su propia clave, pero ¨¦ste replic¨® que la hab¨ªa olvidado. El subinspector sac¨® un listado de 11 p¨¢ginas que, seg¨²n la sentencia, "llev¨® personalmente" al despacho de L¨®pez-Amor y ¨¦ste lo hoje¨® "por un espacio de tiempo no superior a un minuto, sin tomar ni contrastar informaci¨®n alguna".
Aquello acab¨® con la apertura de un expediente administrativo que declar¨® a L¨®pez-Amor autor de una falta grave de abuso de autoridad y de otra, tambien grave, por "no guardar el debido sigilo respecto de los asuntos que se conozcan por raz¨®n del cargo, cuando causen perjuicio a la Administraci¨®n o se utilicen en provecho propio".
L¨®pez-Amor recurri¨® la sanci¨®n de 30 d¨ªas de suspensi¨®n de funciones por ambas faltas y el Ministerio de Econom¨ªa dej¨® el aspecto del sigilo en falta leve y mantuvo la falta grave de abuso de autoridad. L¨®pez-Amor recurri¨® ante la Audiencia Nacional, que en octubre de 1992 anul¨® la sanci¨®n leve, "que se consideraba prescrita", y confirm¨® la de abuso de autoridad porque, aunque no existiese dependencia Jer¨¢rquica del subinspector respecto de L¨®pez-Amor, la Sala apreci¨® "la posibilidad de coerci¨®n psicol¨®gica, derivada del distinto rango administrativo, con clara preeminencia de L¨®pez-Amor respecto a Benavides".
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