De la cultura del altavoz al CD ROM
, El arte electr¨®nico, en sus tres facetas (arte sonoro, videoarte y arte cibern¨¦tico), se presenta en Arco bajo muy diversas obras y tendencias. Encontramos, por ejemplo, postales sonoras en Horizontal radio (ORF, 1996) y Rivers & bridges ( 1996), selecciones ambas de las ¨²ltimas producciones de autores espa?oles y extranjeros. Cultura del altavoz y cultura del micr¨®fono, pasada por la tecnolog¨ªa digital, como lo entienden Leopoldo Amigo, Pablo Cetta, Juan Carlos Pampin, Eduardo Polonio, Francesco Boschetto, Jos¨¦ Manuel Berenguer o Gerald Bennet, entre otros, que presentan sus obras sonoras de corte vanguardista, creaciones y residuos ac¨²sticos convenientemente manipulados.
Otro paso es el videoarte. El programa es para ne¨®fitos y para entendidos. El videoarte se inspira, utilizando la imagen en movimiento como soporte, en otras disciplinas art¨ªsticas (artes pl¨¢sticas, arte minimal, performance, m¨²sica, teatro) y acaba creando subg¨¦neros, como la videoescultura, la videoinstalaci¨®n o la videodanza. Antonio Perumanes presenta en Mortaja (1995), de 10 minutos, el amortajamiento de un cad¨¢ver, al que acompa?a la voz de la fallecida, que comenta sucesos de su vida. El horror que se siente ante la desnudez del cuerpo muerto produce otro tipo de conmoci¨®n al escuchar la frescura y desparpajo de los comentarios de la finada. Autores como Marcello Mercado, Joan Pueyo, Beriou, McCarthy / Kelley, Jana Leo, Christian Boustani o George Snow nos adentran tambi¨¦n en las posibilidades art¨ªsticas del v¨ªdeo.
Infograf¨ªa
?ltimamente, los ordenadores han propiciado el arte cibern¨¦tico entendido como infograf¨ªa, el arte en la red y el CD ROM. Este ¨²ltimo instrumento sirve para algo m¨¢s que para almacenar miles y miles de millones de datos. Algunos artistas; han decidido utilizarlo como un calidoscopio (Headcandy, de Brian Eno), una v¨ªa para redefinir el cuerpo (Cyberflesh, de Linda Dement) o un estado mental (Psicomanual digital, de Zush). Este artista catal¨¢n usa el CD ROM para, revelar un universo individual y enigm¨¢tico, un mundo absurdo, sensual y m¨¢gico. En otro plano, Laurie Anderson y Hsing-Chien Huang invitarial espectador a pasear por espacios misteriosamente decorados en, perfecta armon¨ªa con el estilo musical de Anderson. Completan la serie de arte cibern¨¦tico obras de Andy Cameron, ediciones de Art Futura (95 y 96) o Miquel Jorda, entre otros.Para que nada falte en esta ceremonia de exposiciones (audiciones y visionados) de nuevas formas de arte, los especialistas m¨¢s de moda debaten sobre temas como La biolog¨ªa del arte y la tecnolog¨ªa (Derrick de Kerckhove), Desmaterializaci¨®n del arte y de la arquitectura (Jeffrey Shaw), Exponer el arte electr¨®nico (Georges Rey) o La tecnolog¨ªa electr¨®nica y los l¨ªmites del arte (Fernando Castro, Eduardo Polonio, Gerfried Stocker y Claudia Giannetti).
Babelia
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