Bernadette Devlin vuelve a la lucha
La ex diputada norirlandesa pide ayuda para evitar que su hija, implicada en un atentado del IRA, tenga que dar a luz esposada
, Los rasgos de Roisin McAliskey, de 25 a?os, recuerdan poderosamente a los de su madre, la diputada norirlandesa nacionalista Bernadette DevIin que revolucion¨® en 1969 el Parlamento de Westminster con sus minifaldas y sus virulentos discursos contra la presencia brit¨¢nica en Irlanda del Norte. Siguiendo los pasos de su madre -convertida en Bernadette McAliskey tras su matrimonio-, Roisin estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Queen's, en Belfast, y se adentr¨® en el mundo del republicanismo irland¨¦s. Pero el salto del anonimato a las p¨¢ginas de la prensa brit¨¢nica se produjo el oto?o pasado, cuando fue detenida en relaci¨®n con el ataque perpetrado por el Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA) contra la base brit¨¢nica de Osnabruck (Alemania), en junio de 1996, en el que no hubo v¨ªctimas. Reclamada por la polic¨ªa alemana, la joven McAliskey espera en la c¨¢rcel, londinense de Holloway a que se formalicen los papeles de su extradici¨®n, ya concedida por el Reino Unido.En tanto se completan los prolijos tr¨¢mites burocr¨¢ticos, pasar¨¢ el tiempo suficiente para que McAliskey, embarazada de seis rneses, tenga quedar a luz a su hijo en calidad de presa muy peligrosa en la capital brit¨¢nica. Esto significa, seg¨²n ha denunciado su madre, que Roisin McAliskey estar¨¢ esposada a un guardi¨¢n durante la celebraci¨®n del parto y tendr¨¢ que dejar al beb¨¦ reci¨¦n nacido a cargo del padre, Sean McCotter, hermano de un preso de IRA. "Espero que al menos el guardi¨¢n sea una mujer", comentaba Bernadette al diario The Independent.
Los intentos de Gareth Peirce, abogado de McAliskey, de lograr su libertad provisional en tanto se resuelven los papeleos alegando que la salud de su defendida es delicada, han chocado con la negativa judicial brit¨¢nica, en gran parte p9r la presi¨®n de la polic¨ªa alemana.
Arvinder Sambei, representante del Gobierno alem¨¢n, declar¨® a los magistrados londinenses que las huellas digitales de Roisin McAliskey se encontraron en el domicilio alquilado por los sospechosos del IRA que perpetraron el atentado de Osnabruck. Su fotograf¨ªa ha sido reconocida adem¨¢s por un testigo, aunque ella asegura que nunca ha pisado Alemania. El atentado no caus¨® heridos, pero McAliskey est¨¢ acusada de intento de asesinato y posesi¨®n, de explosivos.
Roisin McAliskey ha recibido en la c¨¢rcel de Holloway las visitas del antiguo portavoz laborista para Irlanda del Norte Kevin McNamara, uno de los parlamentarios brit¨¢nicos movilizados por su madre en una campa?a de denuncia contra la dureza de las normas penitenciarias del Reino Unido.
Hace menos de un a?o, unas estremecedoras im¨¢genes filmadas secretamente mostraron a los telespectadores brit¨¢nicos c¨®mo presas embarazadas permanec¨ªan esposadas en el hospital adonde hab¨ªan sido trasladadas para dar a luz. El Ministerio del Interior arguy¨® en su defensa que, embarazadas o no, el instinto natural de una presa es escapar, de ah¨ª la inevitabilidad de las esposas. Pero la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica oblig¨® al Gobierno brit¨¢nico a suavizar las normas.
El caso de Roisin McAliskey, denunciado y supervisado por Amnist¨ªa Internacional, es m¨¢s complejo. Aunque la joven carece de antecedentes penales, su supuesta implicaci¨®n en un atentado terrorista la coloca en la denominada categor¨ªa A, como presa de especial peligrosidad, lo cual significa que tendr¨¢ que pasar por- la experiencia del parto esposada y que no podr¨¢ cuidar de su beb¨¦, ya que le est¨¢ prohibido el contacto con otras reclusas y, por tanto, el uso de la zona especial donde las presas conviven con sus beb¨¦s.
Esta perspectiva le parece intolerable a McNamara. "Pensar que va a intentar fugarse es rid¨ªculo. La resistencia de que tendr¨ªa que hacer gala una mujer enferma como ella y en tan avanzado estado de gestaci¨®n ser¨ªa extraordinaria", argumenta finalmente el diputado laborista brit¨¢nico.
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