Retrato de una estrella del rock

Cuando se llevan 25 a?os en la cumbre de la popularidad y las ventas todo tiene otra dimensi¨®n: desde el tama?o de las limousines hasta el n¨²mero de gafas, trajes, chaquetas y camisas. Este es el caso de Elton John y del excelente retrato-documental Elton John al desnudo que emite esta noche Canal + (a las 23.47), realizado por su novio, David Furnish, un dato esencial para valorar la sinceridad de los sentimientos del m¨²sico. La relaci¨®n que se establece entre el cronista. y la estrella es inimaginable en un contexto m¨¢s formal o profesional. Temas, preguntas, situaciones o respuestas surgen desde la confianza y el conocimiento mutuo y no se. enmarcan en ning¨²n ¨¢mbito propagand¨ªstico, o no al menos en el de su significaci¨®n m¨¢s tradicional.El arranque es una monumental bronca del cantante porque no ha llegado a tiempo el traje con el que deb¨ªa rodar un videoclip de promoci¨®n de su ¨²ltimo disco, Made in England. Poco despu¨¦s asistimos a un di¨¢logo entre el protagonista y su madre en el que el recuerdo de la etapa m¨¢s dura del consumo de drogas provocar¨¢ el llanto materno. Hablan de la infancia, de un padre estricto, del constante apoyo maternal, una charla en familia en la que el protagonista adopta una actitud respetuosa y educada. Son im¨¢genes sencillas, sin alardes t¨¦cnicos (todo el do cumental est¨¢ rodado con una simple c¨¢mara de v¨ªdeo y una correcta edici¨®n), en las que la fuerza y la emotividad surgen de las confesiones del compositor y de su entorno humano m¨¢s, pr¨®ximo. El reportaje fluye relajada mente por el r¨ªo de la vida de u?a estrella del rock, un especimen capaz de hacer vibrar a decenas de miles de personas en un con cierto, mantener una tierna charla con su abuela poco antes de morir o caer en una crisis depresiva porque le saluda est¨²pida mente una se?ora en el vest¨ªbulo de un hotel de lujo.

No le importa que filmen como compone un tema -a lo que, seg¨²n explica, no dedica m¨¢s de una hora. Si no le sale, lo deja-, o que el espectador vea como compra compulsivamente en una tienda de ropa. Elton John habla de sus amigos muertos, de la industria del disco, de Hollywo¨®d, el sida, el cansancio fisico y mental, el amor, la a?oranza del hogar, y lo hace sin ning¨²n pudor. Est¨¢ absolutamente seguro de s¨ª mismo, incluso de sus incertidumbres y no le importa posar ante la c¨¢mara con un disparatado traje de cuadros blancos y rojos a la vez que exclama: "?Un marica cuadriculado!", o soltar la carcajada cuando su asistente personal responde a su pregunta "?crees que mis canciones perdurar¨¢n?" con un un rotundo: "No .Son basura".No se trata de un filme hagiogr¨¢fico. Es el retrato de una estrella del rock que puede permitirse todos los caprichos que se le ocurran y que sin embargo anhela la tranquilidad de unas vacaciones an¨®nimas, el saberse querido, los peque?os placeres de la vida sin renunciar naturalmente, a la intransferible sensaci¨®n de ser recibido por los gritos y aplausos de 100.000 personas.

En resumen: un excelente documental en el que, conscientemente, el brillo del ¨¦xito y la admiraci¨®n no ocultan las peque?as mezquindades y dudas de quien lleva 25 a?os en la cresta de la ola, ha vivido intensamente sus a?os de juventud y ha sobrevivido con dignidad y sentido com¨²n.