Masarroz, 7 Portes y Senyor Parellada
Con la paella, como con el f¨²tbol, los toros y la pandereta, se ha ridiculizado a Espa?a. No es tema aqu¨ª. Y s¨ª lo es la paella, que viene del arroz, esa planta auna, de la familia de las gram¨ªneas, originaria de las Indias Orientales y alimento muy conocido y de mucho uso en climas h¨²medos o menos h¨²medos y, en Espa?a, en toda coyuntura, elemento apolog¨¦tico de un plato inmemorial, memorable, miserable si alguien lo desea y ¨²nico. Nunca, que se sepa, un extranjero o censado en el suelo patrio ha silbado como debiere para que lo escuche el mundo: "Espa?a es una paella".?Cu¨¢nta paella se come en Espa?a! Por algo ser¨¢, porque se comen paellas buenas y malas, mediocres y, sobre todo, congeladas y recalentadas despu¨¦s, que ya es algo as¨ª como una l¨¢grima inlimpiable de algo sublime: de la paella en este caso.
Hoy queremos abrir las puertas de nuestro primer gran descubrimiento madrile?o del servicio a domicilio. S¨®lo a domicilio. ?Y qu¨¦ paellas!
El lugar se nombra Masarroz (Tel. 323 29 58). Cristrina y Jos¨¦ Mar¨ªa saben de paellas tanto como Cela de la origina lidad de los tacos de las prima veras c¨¢lidas. La paella, claro est¨¢, se echa a andar en el momento en que el cliente la en carga telef¨®nicamente. Para eso ya est¨¢n preparados los in gredientes: un buen caldo -con mucho sentido dentro-, un azafr¨¢n del de verdad, como de veras es la ?ora (piment¨®n mediterr¨¢neo). Y el arroz no brillante, que es el arroz que absorbe el agua y su sabor y que puede pasarse si el cuidado no es de entendido, contraria mente al arroz brillante, que nunca se pasa y as¨ª sabe la paella cuando ha podido cocer hasta dos horas... Y a continuaci¨®n, todo el festival de m¨²sica de c¨¢mara con tromb¨®n y tamboril y trompetas y todos los ingredientes y chismes de una banda de m¨²sica que, en definitiva pueden ser una paella de carne, una mixta, una de marisco, de verduras y un arroz a banda m¨¢s todas las paellas por encargo: paella con bogavante, arroz negro, arroz con carabineros y otros arroces, todos a precio de lujo de saldo, entre 1.100 y 1.600 pesetas.
Masarroz ampl¨ªa su oferta a domicilio (s¨®lo a domicilio) con platos del d¨ªa y otros de encargo como medallones de merluza rebozados (1. 100 pesetas los 250 gramos), pularda asada para seis personas (7.000 pesetas)... Y, desde hace d¨ªas, el cocido espa?ol en envases t¨¦rmicos para la sopa, las carnes y las verduras. Y m¨¢s del ¨²ltimo minuto: a domicilio, alubias de Tolosa; no en vano Jos¨¦ Mar¨ªa es de San Sebasti¨¢n.
Dicen los de Masarroz algo que es del d¨ªa; sin duda: "Los s¨¢bados y domingos son nuestros d¨ªas de venta cumbre ', y los d¨ªas que hay f¨²tbol a¨²n no han cuajado en la demanda de manera sustancial, pero se ve venir. Sin duda, estamos ante un fen¨®meno sociol¨®gico: cambian las costumbres y los modos y medios de comer".
?Quiere decirse que se acab¨® el restaurante de toda la historia del comer, beber, vivir? No, pero algo se mueve, y el que que no abra los ojos a tiempo que no espere sentado. Dos ejemplos ¨¦picos en Barcelona: 7 Portes (Tel. (93) 319 30 03), donde todos los arroces y la cocina catalana son dibujos de la eternidad que es el futuro, es decir, del clasicismo que entra?a la sabidur¨ªa que retrata a una tierra. Su bodega es sabia y amplia; es dif¨ªcil ser amador del vino y no encontrar el amor en este local amplio e historiado. Los precios no escandalizan a nadie que disponga de 4.000 pesetas.
Senyor Parellada, Tel. (93) 310 50 94), all¨ª donde la capital de Catalu?a puso los primeros huevos de su grandeza ciudadana de finales del siglo XX, ofrece una cocina donde todo lo que es la historia de un pueblo se encuentra en cada plato. Y en la bodega. Hay que imaginar de tres a cuatro mil.
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