Euskadi: causas y efectos
Recuerdo un episodio sucedido en Ir¨²n hace veinte a?os, en la casa de una familia amiga. Poco antes de cenar entr¨® uno de los hijos del anfitri¨®n. Ten¨ªa 16 a?os, pero aparentaba, 13, y ven¨ªa muy agitado. Todo el mundo le pregunt¨® qu¨¦ hab¨ªa ocurrido. El muchacho dijo que la polic¨ªa les hab¨ªa golpeado brutalmente. "?Pegaban a los ni?os! ?Pegaban a los ni?os!", repet¨ªa. L¨®gico coro de airadas protestas familiares. %Y qu¨¦ hac¨ªais los ni?os?",- me atrev¨ª a inquirir. Respondi¨® vacilante: "Pues... quemar un autob¨²s".El paso del tiempo no ha cambiado mucho las cosas por lo que concierne a Euskadi: hay una inexplicable reticencia a ir al fondo de las causas de cuanto ocurre, prefiriendo quedarse, a pesar de la gravedad de la situaci¨®n, en el aspecto superficial m¨¢s favorable para cada uno. As¨ª, en relaci¨®n a los recientes des¨®rdenes, la culpa puede recaer en que nadie le recuerde a un secretario de juzgado lo que es una convocatoria pol¨ªticamente correcta (Gonz¨¢lez) o en que la Ertzaintza no est¨¦ t¨¦cnicamente preparada para afrontar asaltos masivos sin disparar (IU). Anasagasti, del PNV, desarrolla el habitual ejercicio de desviaci¨®n hacia terceros, mencionando la crispaci¨®n debida a la absurda decisi¨®n de los jueces que ordenan detener a los dirigentes de HB. Insensibilidad de Madrid, a?ade. Balance general: queda fuera de campo el an¨¢lisis y la calificaci¨®n de la estrategia KAS, portadora de un fascismo populista cada vez m¨¢s agresivo, y con ello desaparece la necesaria cohesi¨®n entre los dem¨®cratas.
Todo lo anterior ser¨ªa irrelevante de no haber tantos muertos de por medio. Por eso resulta preciso recordar que si los dirigentes de HB est¨¢n siendo detenidos, cosa humana y pol¨ªticamente lamentable, no es por la ocurrencia de un juez, sino como corolario de su decisi¨®n consciente y p¨²blica de ceder su propia voz e imagen a ETA. Y de no pagar luego una fianza. Del mismo modo que si acaban condenados, no menos lamentablemente, ex dirigentes y altos cargos del -PSOE por el caso GA L, ser¨¢ en raz¨®n de los cr¨ªmenes cometidos por aquel terrorismo de Estado. Ante tales hechos s¨®lo cabe reafirmar la independencia de los procedimientos judiciales; cualquier reconducci¨®n de los mismos desde intereses pol¨ªticos inmediatos atenta contra el Estado de derecho. Son reglas de juego que en las actuales circunstancias todos los dem¨®cratas deben defender al un¨ªsono, lo mismo que el esp¨ªritu unitario de Ajuria Enea. Claro que si alguno de los miembros de la Mesa prefiere jugar solo, lanzar venablos contra sus aliados y/o "el Estado", y buscar chivos expiatorios en la prensa democr¨¢tica, como sucede ¨²ltimamente con el PNV, la cr¨ªtica sosegada de tal actitud resulta no menos imprescindible.Negarse a ejercerla ser¨ªa tanto como buscar refugio en aquella c¨®moda equidistancia que en el periodo de entreguerras fren¨® primero, y acab¨® destruyendo luego, la resistencia de la sociedad civil frente a los fascismos. Porque en Euskadi, m¨¢s all¨¢ de la cortina de sangre, pueblo a pueblo, calle a calle y taberna a taberna, de presi¨®n fascista se trata. Por supuesto, todos sabemos que encierra menos riesgos proclamarse neutral, rehuir toda responsabilidad moral, dejando aislado al resistente para que pague la factura de la violencia. Y recrimin¨¢ndole o descalific¨¢ndole si se atreve a pedir una toma de postura abierta de solidaridad y firmeza frente al terror. Tras el infortunado episodio de Lagun, acaba de, registrarse un buen ejemplo con la negativa expresa -antes de la suspensi¨®n- por parte de las autoridades de una facultad de la Complutense a que el lazo azul presidiera la sala en un ciclo de intervenciones sobre Euskadi al que estaban invitados un dirigente de HB y otro de las Gestoras Pro-Amnist¨ªa. Justo cuando se cumple un a?o del asesinato de Tom¨¢s y Valiente. Si esto sucede aqu¨ª y ahora., ?c¨®mo puede ped¨ªrseles a los vascos que asuman el riesgo de resistir frente a una amenaza f¨ªsica real y permanente?
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