Dif¨ªcil de entender

No suele ser normal, ni siquiera en tiempos como estos en que las estrellas controlan mucho m¨¢s su carrera art¨ªstica, que el elenco de un filme lo encabece una mujer. Para ello, las pocas que lo han logrado, como Jodie Foster, Demi Moore o Barbra Streissand, han tenido que recurrir a la v¨ªa reglamentaria desde siempre en Hollywood: haci¨¦ndose productoras de sus propias pel¨ªculas. Es tambi¨¦n el caso de Michelle Pfeiffer, actriz d¨²ctil y espl¨¦ndida.Un d¨ªa inolvidable, no obstante, confirma una l¨ªnea de preocupante debilidad tras su anterior resbal¨®n en un filme sencillamente tonto, Mentes peligrosas, hecho a la medida de una glorificaci¨®n estelar que francamente no necesita. Concebida desde la actualizaci¨®n de uno de los m¨¢s ricos filones de la historia de la comedia, los filmes de guerra de sexos, Un d¨ªa... narra las peripecias de un padre separado, una madre separada y los separados ni?os de ambos, compa?eros de colegio.

Contada con solvencia por un director irregular, Michael Hoffman (en su haber t¨ªtulos como el estimulante Esc¨¢ndalo en el plat¨® y el fallido, aunque espectacular Restauraci¨®n), que sabe sacarv buen partido tanto del talento innato de Pfeiffer como del televisivo George Clooney (Urgencias), pero que poco puede hacer con un gui¨®n lleno de baches conceptuales, trampas cronol¨®gicas mal urdidas y situaciones rid¨ªculas, lo m¨¢s preocupante de la pel¨ªcula no es, empero, su inanidad como comedia, sino el punto de vista que hace asumir a sus personajes.

Confeso intento de emular al arquetipo que encarn¨® en este tipo de comedias la gran Katharine Hepburn, el personaje de Pfeiffer, una profesional que trabaja e intenta sacar adelante a su familia, monoparental, oscila, como por otra parte tambi¨¦n el de Hepburn, conviene recordarlo aunque fueran otros tiempos, entre el destemple y la rendida ca¨ªda en brazos del hombre. Si por eso entiende Pfeiffer, que es quien puso los dineros, resituar los arquetipos femeninos en el cine de consumo, all¨¢ ella. Se me ocurre que el filme, aunque se disfrace de otra cosa, es s¨®lo un eslab¨®n m¨¢s en la larga, interminable cadena de la representaci¨®n patriarcal de los arquetipos femeninos.