Fracasa el plan de Mandela para abrir el di¨¢logo entre Gobierno y rebeldes zaire?os
Todo el peso pol¨ªtico y el prestigio del presidente surafricano, Nelson Mandela, no han servido de momento para lograr que se sienten a negociar a la misma mesa de Ciudad del Cabo representantes del Gobierno zaire?o y de los rebeldes banyamulenges (tutsis zaire?os) de Laurent Kabilia. La rebeli¨®n controla una franja de m¨¢s de 1.000 kil¨®metros en las provincias orientales de Zaire.
Mientras el presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko, regresaba el viernes a su residencia en la Costa Azul francesa, Kabila anunciaba desde Bukavu, capital de la provincia zaire?a de Kivu Sur, que controla desde noviembre pasado, que su objetivo principal es acabar con el r¨¦gimen de Mobutu despu¨¦s de 31 a?os de "gobierno impuesto al pueblo, no elegido".
Sobre el terreno, al menos 25.000 refugiados ruandeses huyeron ayer del campo de Kalima, el segundo campamento en importancia del este del Zaire despu¨¦s del de Tingi Tingi, 100 kil¨®metros al sureste de Kisangani, capital de la provincia del Alto Zaire, donde se hacinan cerca de 200.000 refugiados. Fuentes humanitarias aseguraron ayer: "Parece incre¨ªble. No queda absolutamente nadie [en Kalima], como si el campamento jam¨¢s hubiera. existido".
Al otro lado de la frontera, en Ruanda, fuentes civiles aseguraron ayer que hombres armados no identificados asesinaron a 21 personas. Seg¨²n estas fuentes, vecinos de los fallecidos, en una colina cerca de Kibungo, 100 kil¨®metros al este de Kigali, la capital, que no quisieron identificarse, escucharon en la medianoche del jueves gritos y disparos. A la ma?ana siguiente encontraron a 111 personas muertas en una casa y a 10 en otra. Todos los muertos eran hutus, miembros de la etnia mayoritaria de Ruanda.
El Ej¨¦rcito ruand¨¦s, por su parte, rechaz¨® ayer un informe publicado el jueves por Amnist¨ªa Internacional en el que la organizaci¨®n (le defensa de los derechos humanos calculaba en "varios centenares" la cifra de personas asesinadas por el Ej¨¦rcito Patri¨®tico Ruand¨¦s en lo que va de a?o, al tiempo que denunci¨® el "aumento de ejecuciones ilegales". Amnist¨ªa reclam¨® al Gobierno ruand¨¦s que controle al ERP, dominado por la minor¨ªa tutsi y vencedor de la guerra civil de 1994.
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