Rusia y la OTAN tendr¨¢n un foro de consultas aut¨®nomo
El borrador del acuerdo bilateral entre Rusia y la OTAN, que ayer empezaron a redactar sendas delegaciones de ambas partes, establecer¨¢ un mecanismo de consultas aut¨®nomo y estructurado a trav¨¦s de un secretariado permanente, indicaron ayer portavoces de la OTAN. Este es uno de los puntos m¨¢s relevantes acordados el domingo entre el secretario general de la Alianza, Javier Solana, y el ministro de Exteriores ruso, Yevgueni Primakov.La entrevista ha arrojado "resultados moderadamente optimistas", indicaron dichas fuentes. "Optimistas", porque se ha iniciado el trabajo real de confecci¨®n del texto, lo que revela voluntad com¨²n de llegar a un acuerdo y porque ya hay consenso en algunos puntos b¨¢sicos. Dicho acuerdo -en forma de acta pol¨ªtica o de tratado vinculante- es la compensaci¨®n para que Rusia no boicotee la ampliaci¨®n de la Alianza a los pa¨ªses del antiguo Pacto de Varsovia.
Pero s¨®lo "moderadamente" porque, a pesar de los acuerdos parciales, Mosc¨² no ha variado su ret¨®rica contra la ampliaci¨®n, como ayer puso de relieve Primakov en unas declaraciones formuladas antes de abandonar Bruselas. Sin embargo,
la din¨¢mica del pacto est¨¢ lanzada. Tanto Primakov como Solana s¨¦ han comprometido a celebrar una nueva reuni¨®n -la tercera- antes de la cumbre Yeltsin-Clinton, prevista para los pr¨®ximos 20 y 21 de marzo en Helsinki, con la esperanza de aportar a la misma buen combustible.
Desde luego, el dise?o de este mecanismo permanente de consultas formar¨¢ parte de ese combustible. En principio contar¨¢n con una estructura o secretariado permanente. Ser¨¢ flexible, de forma que pueda convocarse a distintos niveles -ministerial, en un consejo OTAN/ Rusia o de altos jefes militares-, y funcionar¨¢ seg¨²n el principio de "pactar lo pactable y acordar los desacuerdos". Es decir, a diferencia del Consejo Atl¨¢ntico, en el que un voto puede vetar una resoluci¨®n, aqu¨ª el desacuerdo no implicar¨¢ obstrucci¨®n. Pero ambas partes conf¨ªan en la eficacia del sistema para evitar el dramatismo de los desacuerdos.
La otra pata del acuerdo m¨¢s avanzada es el n¨²mero de ¨¢reas de posible cooperaci¨®n bilateral (ver EL PA?S de ayer). Pero pese a estos notorios avances sigue habiendo discrepancia, tanto sobre el principio mismo de la ampliaci¨®n de la Alianza como sobre su impacto militar.
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