Calidad en la orquesta de Gran Canaria
Ocup¨® el estrado del Auditorio Nacional con todo derecho y m¨¦ritos la Orquesta Filarm¨®nica de Gran Canaria, dirigida por su titular desde 1994, Adri¨¢n Leaper. Nuestro mundo musical est¨¢ ya convencido de la calidad actual de muchas formaciones sinf¨®nicas y la de la Las Palmas cuenta entre. las m¨¢s activas y prestigiosas. Escuchamos, para empezar, los muy bellos interludios marinos de la ¨®pera Peter Grimes, de Benjamin Britten, y, para terminar, la Sinfon¨ªa n¨²mero 5 de Shostakovich, estrenada en Leningrado, bajo la direcci¨®n de Mravinski, en. 1937, con el infamante subt¨ªtulo de "Respuesta de un' compositor a una cr¨ªtica injusta", que podr¨ªa tenerse por injusta: la promovida por el aparato oficial contra los que denominaba "autores formalistas".Subt¨ªtulo aparte, siempre pens¨¦ que la sinfon¨ªa, como otras creaciones aparentemente servidoras del "establecimiento", habr¨ªa sido la misma con o sin inectiv¨¢s cr¨ªticas. Incluso lo que Gentilucci denomina "sermoneo civil" no se separa de la habitual. impostaci¨®n ret¨®rica del compositor. En alg¨²n movimiento (allegretto) la sombra de Mahler es evidente, mientras el punto m¨¢s feble es la apoteosis h¨ªninica conclusiva. En el movimiento inicial, Shostakovich. hace gala de su dominio de las formas expansivas y en el largo concetra una inmensa desolaci¨®n. Los filarm¨®nicos canarios, bien trabajados y orientados en todos los aspectos, con el musical en cabeza, lograron una excelente interpretaci¨®n que fue premiada con largas ovaciones.
Filarm¨®nica de Gran Canaria
Ciclo Iberm¨²sica / Cajamadrid. Director: A. Leaper; solista A. Pizarro, pianista. Obras de Britten, Ravel y Shostakovich. Auditorio Nacional. Madrid, 27 de febrero.
Los interludios de Britten son de 1945 y constituyen una sucesi¨®n contrastada de temperamentos y afectos en un trabajo dise?ado con claridad y detalle minucioso. Es cierto que su aut¨¦ntico valor lo cobran dentro de la ¨®pera pero siempre es grato volverlos a escuchar en una versi¨®n tan adecuada y transparente como la de Leaper.
Para el Concierto en sol mayor de Ravel (1931) tuvimos al excelente pianista Artur Pizarro, triunfador desde muy joven y hoy convertido en figura habitual de todas' las salas de conciertos. Disc¨ªpulo de Siqueira Costa, Pizarro se pro duce con personalidad propia, so nido muy particularizado, gran virtuosismo y un poder expresivo que alcanz¨® la cima en el hermoso Adagio. Obtuvo un triunfo rotundo en uni¨®n de sus colaboradores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.