Jean Michel Goutier: "El tiempo le ha dado la raz¨®n a Breton"

"Antes que nada, hay que aclarar que el movimiento surrealista acab¨® en 1969. Se abandon¨® la palabra para que continuara viva la idea". Para el escritor Jean Michel Goutier (Francia, 1935), la idea sigue vigente porque el surrealismo es una manera de vivir. "Y se es surrealista toda la vida", a?ade. Goutier, amigo y especialista de la obra de Andr¨¦ Breton, abri¨® ayer los actos de homenaje al poeta surrealista en el centenario de su nacimiento que se celebran en el centro cultural Tecla Sala de L'Hospitalet (Barcelona). "El tiempo le ha dado la raz¨®n a Breton", se?al¨® Goutier.

Goutier conoci¨® a Breton en los a?os sesenta a ra¨ªz de un programa de radio sobre el surrealismo del que era responsable. Al poco, pas¨® a integrarse en el c¨ªrculo de Breton, que a¨²n manten¨ªa vivo el movimiento, y a colaborar con ¨¦l en la realizaci¨®n de diversos proyectos. "Era una ¨¦poca en la que ve¨ªa diariamente a Breton, que estuvo al frente del movimiento hasta el final", recuerda. Tras la muerte de Breton, en 1966, Goutier sigui¨® relacionado con la familia del poeta, con la que a¨²n colabora estrechamente, y se ha especializado en la obra de Breton y el surrealismo."Quiero combatir los t¨®picos que a¨²n hay sobre el surrealisrno", se?ala Goutier. "Breton, en contra de lo que se diga, era un anti-papa, un anti-padre. Siempre ten¨ªa las puertas abiertas". Para Goutier, eran lo otros los que abandonaron a Breton y no ¨¦ste qui¨¦n quiso alejarlos. "El era un apasionado que se mantuvo siempre en la misma l¨ªnea. Y lo formidable es que el tiempo le ha dado la raz¨®n. Por ejemplo, fue el primero en condenar los procesos de Mosc¨², y esto no se le perdon¨®".

En opini¨®n de Goutier, las tres grandes l¨ªneas de fuerza del surrealismo eran la libertad, el amor y la poes¨ªa. "Yo sumar¨ªa tambi¨¦n la revuelta", a?ade. "El proyecto surrealista pretend¨ªa transformar el mundo, a partir de Marx, y cambiar la vida, como propon¨ªa Rimbaud. Breton pensaba que pod¨ªan complementarse las dos visiones".

Goutier ha escogido como tema de su conferencia un a?o clave en la vida del poeta: 1916. Breton ten¨ªa 20 a?os, era estudiante de medicina y estaba movilizado como enfermero debido a la Gran Guerra, la primera y, dicen las cr¨®nicas, la m¨¢s cruel de todas. "A finales de 1915 hab¨ªa comenzado a escribirse con Apollinaire, al que visit¨® despu¨¦s durante un permiso, y tambi¨¦n conoci¨® a Jacques Vach¨¦, que viv¨ªa en Nantes y que le influenci¨® mucho. A partir de entonces, se acab¨® para Breton cualquier tentaci¨®n de literatura tradicional. Adem¨¢s, en 1916, mientras estaba movilizado en el centro neuropsiqui¨¢trico de Saint-Dizier, conoci¨® las ideas de Freud sobre el psicoan¨¢lisis que fueron fundamentales para el surrealismo". Pero, reconoce Croutier, Breton a¨²n estaba en formaci¨®n. "Era fr¨¢gil y ante la brutalidad de la guerra dudaba sobre si deb¨ªa dejar la poes¨ªa y dedicarse a la medicina. Pensaba en la posibilidad de especializarse, que es una idea contraria al surrealismo". El joven Breton, sin embargo, "ya hab¨ªa le¨ªdo a los 17 a?os todo lo importante" y sus lecturas de entonces eran Rimbaud y Alfred Jarry quien, dec¨ªa el poeta, le ayud¨® a superar la "imbecilidad" de la guerra.

Goutier intuye ya en aquellos a?os al Breton maduro que, tras sumarse primero al grupo dadaista de Par¨ªs acab¨® abanderando, en 1924, el movimiento surrealista. "Hoy en d¨ªa se utiliza la palabra surrealista para hablar de todo lo que es extra?o, grotesco o extravagante. Es absurdo, porque el surrealismo era riguroso y contrario a la confusi¨®n".