Remontada por sistema
Los cambios t¨¢cticos de Atl¨¦tico y Bar?a, claves del 5-4
Superada la calentura por el partido del mi¨¦rcoles, memorable desde el punto de vista pasional y del espect¨¢culo, la gente trata de encontrar una explicaci¨®n fundada al sorprendente desenlace. ?En qu¨¦ fall¨® el Atl¨¦tico y en qu¨¦ acert¨® el Bar?a? La historia reciente permite reducir los argumentos a un simple "los Bar?a-Atl¨¦tico son as¨ª", pero tras un an¨¢lisis m¨¢s reposado se descubren algunas claves m¨¢s.La defensa de cinco. Cuando salieron al campo Stoichkov y Pizzi, con 0-3, Antic incorpor¨® un futbolista m¨¢s al sistema defensivo. Con tres centrales y dos carrileros el Atl¨¦tico hizo agua: Molina perdi¨® terreno fuera del ¨¢rea; la falta de costumbre propici¨® errores de colocaci¨®n en los centrales; la ubicaci¨®n en los carriles de dos jugadores que s¨®lo saben actuar por el centro (Vizca¨ªno y Soloz¨¢bal) facilit¨® la tarea de desborde de Stoichkov y Figo. Y por extensi¨®n, con un hombre m¨¢s atr¨¢s, el Atl¨¦tico perdi¨® poder en el centro del campo. Bejbl, que adem¨¢s daba muestras de cansancio, no dio de s¨ª para incomodar la direcci¨®n de Guardiola y De la Pe?a. Robson empez¨® con cuatro centrales -un 4-2-3-1- y el Barca fue un coladero. Cuando opt¨® por un 4-2-4 ense?¨® delante una m¨¢quina de hacer f¨²tbol.
El efecto de los cambios. El Atl¨¦tico perdi¨® con todas las sustituciones: Soloz¨¢bal por Toni; Vizca¨ªno por Aguilera, y Roberto por Paunovic. M¨¢s de uno ech¨® de menos la entrada de Biagini para explotar su velocidad a la contra cuandor el Barca estaba tirado sobre el ¨¢rea de Molina. El Bar?a, en cambio, gan¨® con los relevos. Stoichkov, tras media temporada condenado al banquillo o a la grada, sali¨® con ganas. Le van al b¨²lgaro como a nadie los encuentros calientes, pasionales. Su salida fue providencial: transmiti¨® el orgullo a sus compa?eros, abri¨® el campo por la banda y particip¨® en dos goles. Y Pizzi estuvo ah¨ª para marcar el ¨²ltimo.
La comuni¨®n grada-equipo. El p¨²blico se olvid¨® de su ira contra Robson, contra N¨²?ez, contra Ba¨ªa, alimentada en el descanso, y decidi¨® vivir para y por el equipo cuando ¨¦ste le dio dos goles en tres minutos. La comuni¨®n entre el Camp Nou y jugadores cristaliz¨® en la fe en ganar. Algo m¨¢s de media hora para vengar la frustraci¨®n de haberlo perdido todo hace un a?o ante el Atl¨¦tico. La sospecha de la grada qued¨® confirmada: tiene a la mejor y m¨¢s desaprovechada plantilla del mundo. Ese poder de intimidaci¨®n, que tal vez impidi¨® al Atl¨¦tico ralentizar el ritmo de juego, actuar m¨¢s calmado, y cerebral y tratar de retener la pelota, lo sufri¨® tambi¨¦n el Madrid en la ronda anterior.
Ronaldo, simplemente. Sum¨® tres goles y logr¨® ayer su cuarto hat trick de la temporada. El factor sorpresa Ronaldo, ausente en los dos ¨²ltimos cruces contra el Atl¨¦tico, y la obsesi¨®n con la que Antic dise?¨® su sujeci¨®n, que le llev¨® a variar de modelo, fue determinante.
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