Rojo expone 40 a?os de dise?o gr¨¢fico
"El ordenador es el opio de los dise?adores", dice el artista
El pintor y dise?ador Vicente Rojo (Barcelona, 1932) present¨® ayer, en el C¨ªrculo de Bellas Artes, de Madrid, dise?os de libros, peri¨®dicos, suplementos culturales, revistas y carteles realizados en los ¨²ltimos 40 a?os. Desde sus primeras obras en 1950, tras su llegada a M¨¦xico, donde su padre resid¨ªa como refugiado pol¨ªtico, hasta un teatro para montar escenograf¨ªas, Rojo inventa las im¨¢genes de una cultura gr¨¢fica. El montaje, en su origen dedicado a estudiantes de dise?o, recoge de forma cronol¨®gica toda su actividad en el campo de la gr¨¢fica, sobre todo en el campo cultural, desde su entrada en la Oficina de Ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes, en el suplemento M¨¦xico en la Cultura, del diario Novedades, y en la Revista de la Universidad de M¨¦xico. En otros paneles aparecen los suplementos literarios, las revistas, programas, carteles y portadas de libros de las editoriales Fondo de Cultura Econ¨®mica, Mortiz y Era. La muestra coincide con otra de dibujos en el Museo Reina Sof¨ªa.
"Lo que m¨¢s me interesa es colaborar en la difusi¨®n cultural", declar¨® ayer Vicente Rojo, quien demuestra su sinceridad con el millar de portadas de libros sin su firma. "El dise?o cumple una funci¨®n y puedo suponer que una portada ayuda a vender un libro, pero sin ning¨²n tipo de imposici¨®n ni de prejuicios".
Rojo realiza sus dise?os tras conocer el contenido y sugerir el atractivo de un libro o de un concierto que ayude a su difusi¨®n "de manera sutil y discreta". Las
im¨¢genes proceden de grabados an¨®nimos, obras originales o fotograf¨ªas, "manipuladas decorosamente", y con un valor especial de la tipograf¨ªa y tratamiento de las letras.
"Me temo que no siempre son respetadas las letras. Durante
mucho tiempo dec¨ªa que el sistema Letraset era el opio de los dise?adores y ahora lo son los ordenadores, un buen instrumentoque puede ser catastr¨®fico".
Rojo dice que es incapaz de manejar una m¨¢quina "ni de poner
la mano encima de un ratoncito"; prefiere l¨¢piz y papel.
Babelia
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