La reflexi¨®n de Juan, 'El Camas'

Las primeras 24 horas del Esp¨¢rrago Rock estragaron los cuerpos de los transe¨²ntes llegados a Granada, y ayer, despu¨¦s de las dos de la tarde, muchos de ellos continuaban tendidos al sol entre las altas matas de Jaramagos de los alrededores del recinto de la Feria de Muestras. Otros, sin embargo, ya se hab¨ªan incorporado a la fiesta y vagabundeaban de un escenario a otro sin mucha determinaci¨®n. En el centro de la pista del escenario de m¨²sica bailable no hab¨ªa nadie, s¨®lo los fogonazos de luces de colores, pero alrededor se mov¨ªan tres docenas de individuos cada uno siguiendo su propio ritmo, como si escucharan una m¨²sica diferente.El hangar donde se desarrollan los espect¨¢culos flamencos parec¨ªa una academia de meditaci¨®n. Un centenar de personas sentadas en el suelo, con las piernas flexionadas, o¨ªan en silencio c¨®mo el cantaor Juan, El Camas, improvisaba rimas que acababan con todos desternillados de risa. Luego se recompon¨ªa el silencio, y El Camas, que debe frisar los 60 a?os, volv¨ªa a la carga: "Expo, feria de muestras, / ?cu¨¢ntos porros me he fumado! / 'C¨®mo te vas a poner', me dec¨ªan, / y yo los daba de lado".

"Estoy todo el d¨ªa puesto, hasta durmiendo fumo", presum¨ªa el cantaor, envuelto en vaharadas de humo dulz¨®n proveniente del divertido y atento p¨²blico. El Camas ilustr¨® a la concurrencia con m¨¢s ejemplos acerca de su afecci¨®n a ciertos cigarritos, y c¨®mo ya no le quedaba tiempo para inventar otro cante, exclam¨®: "?M¨¢s que Juan, El Camas, llamadme Juan, El Ca?am¨®n". As¨ª, entre risas c¨®mplices, cervezas y bailes compulsivos el Esp¨¢rrago fue venciendo la pereza y a media tarde todo parec¨ªa de estreno, con la cofrad¨ªa de los esparragueros ya al completo.