Pensar a la contra
Ponderaba el poeta ?ngel Gonz¨¢lez el pasado domingo en la Academia la figura de su antecesor Julio Caro Baroja, su entrega al cultivo y conocimiento de las letras humanas y su norma de vida "con admirable independencia y dignidad en un tiempo dif¨ªcil, superando la dificultad a?adida de que no fue un tiempo dif¨ªcil para todos, como suele pensarse -para muchos result¨® extraordinariamente f¨¢cil- sino s¨®lo para ¨¦l y para quienes como ¨¦l, siguieron creyendo que la libertad no es una prerrogativa del ser humano, sino uno de sus atributos irrenunciables". Calaba en el auditorio este interesante matiz de la dificultad a?adida, consistente en que la llamada dificultad de los tiempos tuviera estricto car¨¢cter direccional y afectara s¨®lo a quienes profesaban determinadas creencias en torno a la libertad, mientras para otros esos mismos tiempos resultaban pr¨®digos en facilidades. As¨ª que los cercados por la dificultad pod¨ªan observar el contento y la prosperidad de los adictos. Los mismos a quienes la democracia pag¨® los servicios prestados a la dictadura y que ahora hacen gala de insolencia frente a quienes persiguieron.Desde ah¨ª, ?ngel Gonz¨¢lez volv¨ªa a Antonio Machado y recog¨ªa una de las anotaciones de las primeras p¨¢ginas del cuaderno Los complementarios: "Nunca estoy m¨¢s cerca de pensar una cosa que cuando he escrito la contraria". Advierte el nuevo acad¨¦mico que "esa manera de pensar a la contra terminar¨¢ definiendo a Machado como un disidente -o lo que es igual: como un solitario- dentro del panorama cultural y literario en el que su obra se produce". Por eso, despu¨¦s de haber firmado el escrito "Ante el acoso aparecido en las p¨¢ginas de EL PA?S, despu¨¦s de haber expresado mi solidaridad con Jes¨²s de Polanco, Juan Luis Cebri¨¢n y otros de sus directivos, despu¨¦s de repudiar la campa?a de descr¨¦dito profesional y personal de la que son objeto, y despu¨¦s de denunciar el intento de minar la credibilidad e independencia de EL PA?S, si hemos de seguir la preceptiva machadiana debemos aproximarnos al pensamiento contrario.Ya en esa l¨ªnea cabr¨ªa observar que un sector del p¨²blico estima inapropiados como abajofirmantes a los colaboradores habituales de EL PA?S, cuya exclusi¨®n hubiera deparado mayor elegancia, como sucede con los premios period¨ªsticos que convoca el diario, cuyas bases except¨²an los art¨ªculos y fotograf¨ªas aparecidos en sus p¨¢ginas. Enseguida, otros dial¨¦cticos sugieren adem¨¢s la pertinencia de separar EL PA?S y su contribuci¨®n decisiva en los ¨²ltimos veinte a?os a la consolidaci¨®n de la libertad y la convivencia de los espa?oles, del conglomerado del grupo PRISA, titular tambi¨¦n de otros medios de comunicaci¨®n no mencionados. A partir de aqu¨ª, los aspirantes a la equidistancia prefieren hablar del conflicto de la televisi¨®n digital entre unos y otros, recomendando abstenerse de cualquier toma de partido.
Sucede, sin embargo, que el conflicto presenta circunstancias singulares y que uno de los contendientes blande en sus manos el Bolet¨ªn Oficial del Estado y proclama la en trega del f¨²tbol al pueblo, sin atender a su peligrosidad como tampoco lo hiciera el Gobierno de la Rep¨²blica en julio de 1936 repartiendo las armas de los cuarteles. ?Al guien piensa en la neutralidad del Gobierno despu¨¦s de escuchar los pronunciamientos de los ministros y de los dirigentes parlamentarios del PP? As¨ª que, ante tan depurados escr¨²pulos, se recuerda el caso del p¨²gil vendado y maniatado que sin querer dio un, cabezazo a su adversario y escuch¨® desde el p¨²blico el grito admonitorio de "?negro, cabr¨®n, juega limpio!". Otros, esc¨¦pticos, prefieren invocar las glosas a Her¨¢clito de nuestro poeta Angel Gonz¨¢lez, seg¨²n las cuales: "Nadie se ba?a dos veces en el mismo r¨ªo/ Excepto los muy pobres", mientras sucede siempre que de otra parte, "Los m¨¢s dial¨¦cticos, los multimillonarios:'/ nunca se ba?an dos veces en el mismo/ traje de ba?o".
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