Por clones

Recuerdo una discusi¨®n, tras una clase de filosofia en Y de BUP o COU, en que un compa?ero confund¨ªa lo natural con lo factible: dec¨ªa qu¨¦ era natural todo lo que se pod¨ªa hacer. Es curioso que me acuerde despu¨¦s de 10 a?os.Hoy veo con preocupaci¨®n que la misma confusi¨®n, bastante generalizada, puede darse en gentes que un ma?ana muy pr¨®ximo lleven a cabo programas de experimentaci¨®n que atropellen el ser y el deber ser de las personas y de las cosas. En el gigantesco proceso de avances tecnol¨®gicos en que nos vemos envueltos desde hace mucho tiempo, no es raro pasar de un a?o a otro sin haber cerrado la boca de pura admiraci¨®n por inventos y aplicaciones de distinto tipo, verdaderamente espectaculares.

En muchos aspectos ahora sabemos qu¨¦ es capaz de hacer el hombre; pero sobre el hombre, sobre la esencia o naturaleza del hombre: lo que hace que el hombre sea lo que es y no otra cosa, quiz¨¢, no estemos investigando tanto, y perdemos referencias. En nuestro af¨¢n por controlar la naturaleza, cosa que hasta cierto punto no me parece mal, podemos extralimitamos e ir contra ella.

Hablamos de clonaci¨®n en ovejas... y las agencias de informaci¨®n nos van preparando, nos van familiarizando con el t¨¦rmino. El d¨ªa que nos anuncien oficialmente al primer beb¨¦ cl¨®nico nos parecer¨¢ un "avance tecnol¨®gico" y s¨®lo un "avance tecnol¨®gico". Quiz¨¢ sea entonces tarde para empezar a pensar si tenemos derecho a permitir la clonaci¨®n de hombres.

?Es el hombre un producto? ?Se puede ¨¦ticamente hablando- hacer un hombre de encargo? O ?qu¨¦ puedo argumentar, haciendo tanto tiempo desde la abolici¨®n de la esclavitud, para defender la idea de que mis hijos me pertenecen como si fueran cosas y de que tengo derecho a elegirlos lo m¨¢s a mi antojo que pueda?-