G¨¦rman Castro Caycedo 'cuenta' el Amazonas en un reportaje de 4 a?os
El periodista colombiano presenta en Madrid 'Mi alma se la dejo al diablo'
"?Qui¨¦n necesita inventar nada cuando tiene delante esa realidad, esa selva que no se acaba nunca?". Esa pregunta se hizo el periodista Germ¨¢n Castro Caycedo (Bogot¨¢, 1940) cuando visit¨® por primera vez la selva amaz¨®nica. La respuesta fue que para trasladar esa vivencia a los lectores s¨®lo necesitaba "una libreta de notas, una grabadora, un machete y un poco de Tiamina" (medicamento para aguantar las picaduras de mosquito). "Eso, y romper el etnocentrismo, la miop¨ªa que nos impide entender a los dem¨¢s". Dicho y hecho. Despu¨¦s de trabajar 10 a?os para el diario El Tiempo, de escribir 11 libros, vender 1,5 millones de ejemplares y ganar numerosos premios con ellos, este inquieto y menudo periodista colombiano, espoleado por la noticia del hallazgo de un esqueleto en un rinc¨®n de la selva colombiana, cogi¨® sus escasos b¨¢rtulos y se puso a rastrear la noticia. El resultado es Mi alma se la dejo al diablo, un libro que resume cuatro a?os de investigaci¨®n y que acaba de publicar Planeta.
Germ¨¢n Castro no duda un segundo al responder a la pregunta de si su libro contiene ficci¨®n. "Cuando escribes una noticia, est¨¢s narrando con las mismas t¨¦cnicas que la literatura usa desde hace 100 a?os. Y cuando delante tienes una realidad que supera a la ficci¨®n, lo ¨²nico que necesitas es sensibilidad y precisi¨®n. La imaginaci¨®n de los periodistas debe limitarse al trabajo de campo. Luego viene bien dominar el tiempo dram¨¢tico, el ritmo, el sentido de la estructura, los di¨¢logos... Pero eso tambi¨¦n lo da la realidad: si en cada p¨¢rrafo hay informaci¨®n nueva, el ritmo va deprisa".
Asepsia absurda
"Los periodistas debemos nuestro oficio a Sherezade", a?ade Castro Caycedo. "`Si dejamos de contar nos matan". La informaci¨®n vuela en un libro trufado de documentos reales, fotos de personajes, manuscritos originales, datos geogr¨¢ficos, sociales, orogr¨¢ficos... "La riqueza del escenario es una ventaja grande. Colombia es un verdadero volc¨¢n. La asepsia y la organizaci¨®n europeas me aburrir¨ªan. Aqu¨ª la vida parece absurda. Con una naturaleza, unas monta?as y unos nos como los de Colombia s¨®lo se necesita buena percepci¨®n y familiaridad".Pero la Amazon¨ªa no debe ser un sitio muy f¨¢cil para adaptarse... "Si abres la mente, y no intentas trasladar tus principios, tu amor a la vida confortable, resulta hasta simp¨¢tico. Te comes un gusano mojojoy y te quedas tan tranquilo. No es mejor que la tortilla espa?ola, pero no est¨¢ mal. Y si te comes las bolitas moradas que se comen los indios, te r¨ªes hasta de los mosquitos. Lo malo es comparar. Leyendo los diarios de Col¨®n, se ve que el momento en que todo se jode es cuando empieza a comparar el aire del tr¨®pico en octubre con el de Sevilla en abril..."
Depojado de prejuicios y lleno de pasi¨®n, este colaborador en los talleres de periodismo de Garc¨ªa M¨¢rquez transmite la esencia de una vida salvaje, desconocida. Ahora investiga la extra?a muerte de un joven poeta italiano en Cartagena de Indias. Y Madrid es s¨®lo una escala hacia Padua. All¨ª ver¨¢ ""amanecer y atardecer en el barrio donde Gianlucca Turri pas¨® su infancia y juventud".
Babelia
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