Los Quince dan el visto bueno al acuerdo con Estados Unidos sobre Cuba, pero lo endurecen
Los Quince dieron ayer el visto bueno al acuerdo entre la Comisi¨®n Europea y Estados Unidos para acabar con el enfrentamiento provocado por la ley Helms-Burton, que castiga las inversiones europeas en Cuba. Suspendieron el proceso de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) contra EE UU. Pero decidieron endurecer el acuerdo medisante una declaraci¨®n solemne en la que critican la imposici¨®n de leyes extraterritoriales. Y, sobre todo, acordaron que si Washington incumple y persigue a una empresa europea, reabrir¨¢n autom¨¢ticamente el proceso.
El "enterado" al acu¨¦rdo dado por los embajadores en el Corep¨¦r (comit¨¦ de representantes permanentes), deber¨¢ ser ratificado por los ministros de Asuntos Exteriores. Como ¨¦stos no se re¨²nen en consejo hasta el d¨ªa 29, ratificar¨¢n lo decidido ayer por escrito, en un procedimiento que Finaliza el viernes a las 14 horas. Pero es un mero formalismo. No habr¨¢ sorpresas.
El embajador espa?ol, Javier Elorza, destac¨® que el Coreper "no endosa" el protocolo de intenciones de los negociadores, el comisario europeo Leon Brittan y el subsecretario de Comercio estadounidense, Stuart Eizenstat. "No lo hace formalmente suyo", sino que lo toma como un hecho, porque en realidad varios pa¨ªses miembros se niegan a celebrar un acuerdo -y darle as¨ª una alta categor¨ªa diplom¨¢tica- cuando desconf¨ªan de las garant¨ªas que puede ofrecer la otra parte.
En cualquier caso, "dado el protocolo" elaborado por los negociadores, los Quince acordaron suspender el proceso contra EE UU en la OMC, la principal petici¨®n de Washington. Pero le a?adieron una declaraci¨®n "que se env¨ªa a EE UU y que forma parte de nuestra posici¨®n". En ella, a rengl¨®n seguido de anunciar la suspensi¨®n del procedimiento ante el organismo mundial, se comprometen "a reiniciarlo o restablecerlo" en el caso de que Washington "emprenda acciones contra compa?¨ªas europeas".
Reinicio autom¨¢tico
Y tambi¨¦n en el caso de que incumpla sus compromisos de anular los efectos de la ley D'Amato-Kennedy (que paraliza las inversiones extranjeras en Libia e Ir¨¢n) que afectan a empresas o Estados europeos. El reinicio de la represalia ser¨¢ autom¨¢tico. "Ante cualquier acci¨®n, cualquiera, contra una empresa europea", derivada de esas leyes, "la Comisi¨®n deber¨¢ reiniciar el procedimiento, sin necesidad de nueva votaci¨®n del Consejo", ilustr¨® Elorza. ?sta era la posici¨®n de Francia, Espa?a, Italia y B¨¦lgica, de la que recelaban otros, pero que acab¨® imponi¨¦ndose.
La l¨ªnea de dureza se complet¨® con otro p¨¢rrafo aunque de mayores efectos pol¨ªticos que pr¨¢cticos: la UE "reitera su fuerte oposici¨®n a la imposici¨®n de leyes extraterritoriales", que considera "inaceptables jur¨ªdicamente y por principio". Esta manifestaci¨®n buscaba llenar un hueco del principio de acuerdo Brittan-Eizenstah. Pretende dejar claro ante EE UU que si aceptan sus prop¨®sitos de enmienda y de suspensi¨®n en la aplicaci¨®n de esas leyes como mal menor, pero se les recuerda que el objetivo europeo es su total derogaci¨®n. Otra declaraci¨®n, elaborada por Francia y suscrita por Espa?a, es a¨²n m¨¢s dura en ese sentido.
Sobre las discusiones para acordar "principios y disciplinas" que disuadan (no proh¨ªban) inversiones futuras en bienes expropiados, los Quince recuerdan que son competentes en la cuesti¨®n. No dejar¨¢n a la Comisi¨®n -cuyo secretismo en las negociaciones criticaronque cierre acuerdos por s¨ª sola.
?Por qu¨¦ firmaron, pese a tantas reticencias y cr¨ªticas? Porque "s¨®lo pagamos seis meses [de confianza, hasta que se eval¨²e lo logrado a mitad de octubre] a cambio de que EEUU modifique su ley enmendando el t¨ªtulo cuarto [que niega visados a los inversores extranjeros sobre bienes nacionalizados en Cuba]; de que le presidente Clinton suspenda durante todo su mandato y no s¨®lo cada semestre el t¨ªtulo tercero [que permite a las empresas estadounidenses pleitear contra las europeas] y de que se otorguen las derogaciones sobre Ir¨¢n y Libia", resumi¨® Elorza. "El contenido del principio de acuerdo no era negativo, abr¨ªa una puerta; lo que era malo era la forma", a?adi¨®.
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