Airados zaire?os impiden la evacuaci¨®n de varios miles de refugiados hutus
ENVIADO ESPECIALEn espera de la temida batalla de Kinshasa, o de los saqueos del Ej¨¦rcito de Mobutu Sese Seko en la capital, las grandes v¨ªctimas de esta guerra son los refugiados hutus desparramados en la selva en los alrededores de Kisangani, al noreste del pa¨ªs. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se vio ayer forzado a suspender de nuevo sus planes para una evacuaci¨®n masiva a Ruanda de 80.000 personas, muchas en condiciones deplorables.
Un grupo de airados zaire?os asalt¨® la sede local del Plan Mundial de Alimentos en respuesta a un ataque de los interhamwes (milicias radicales, hutus) contra un pueblo de la regi¨®n en el que hubo seis muertos. Para la ONU se trata de un mero pretexto de la Alianza de Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n del Congo-Zaire (AFDL), la coalici¨®n que encabeza Laurent Kabila, para dificultar el traslado de los refugiados a su pa¨ªs de origen.Grupos de militares de la Divisi¨®n Especial Presidencial (soldados de ¨¦lite de la regi¨®n natal de Mobutu) patrullan por la noche la capital con ametralladoras cargadas. Buscan a los quintacolumnistas de Kabila, a los que suponen emboscados en espera de la llegada de los rebeldes. [400 soldados chinos llegaron ayer a Kinshasa para ayudar al r¨¦gimen de Mobutu, asegur¨® Mawapanga mwana Nanga, "ministro de Finazas" de Kabila, seg¨²n France Presse.]
El nuevo zaire, la moneda local, se deprecia en picado. Comienzan a escasear algunas mercanc¨ªas y los bancos no tienen papel moneda para hacer frente al cobro de los cheques. Las calles son un hervidero de rumores. El m¨¢s repetido sit¨²a a los rebeldes en Matadi, el puerto atl¨¢ntico de Zaire, a unos 300 kil¨®metros al suroeste de Kinshasa. - Sin embargo, las compa?¨ªas extranjeras que trabajan en la regi¨®n (Bajo Zaire) han desmentido esa informaci¨®n. Kabila no pierde una oportunidad para echar gasolina al fuego. Desde su feudo en Lubumbashi, al sur, asegur¨® que sus tropas han iniciado la ofensiva final.
La Embajada espa?ola prosigue sus preparativos para albergar a la comunidad de monjas y misioneros (137 personas) en el caso de que salte la alarma. Ayer recibieron por valija diplom¨¢tica toda suerte de juegos de mesa para hacer m¨¢s llevadero un encierro. Aunque todos los espa?oles en Zaire se hallan bien, la Embajada no desea sorpresas.
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