38.000 pesetas por una direccion falsa

La obsesi¨®n de las clases medias brit¨¢nicas por acomodar a sus hijos en los mejores colegios no repara en barreras morales. No hace mucho, el diario The Independent denunciaba las mil y una triqui?uelas y mentiras de las que se valen los padres para inscribir a sus hijos en las pocas escuelas estatales con prestigio o en las religiosas subvencionadas por el Estado.Esto incluye desde fingir una repentina fe cat¨®lica -con ni?os obligados a hacer apresuradamente la primera comuni¨®n- hasta alquilar una direcci¨®n conveniente para obtener la ansiada plaza.El criterio de admisi¨®n en los centros p¨²blicos es b¨¢sicamente la proximidad. La escuela se nutre de alumnos del barrio. En Bromley, un distrito del condado de Kent, los directores de varias escuelas bien situadas en las listas acad¨¦micas comprobaron que 82 familias hab¨ªan dado m¨¢s de una direcci¨®n en las solicitudes de plaza presentadas en diferentes centros. Hay gente que compra el uso de una direcci¨®n por el m¨®dico precio de 180 libras (unas 38.000 pesetas) para asegurarse la preciada plaza.

El fraude es especialmente grave en Londres, en donde el problema escolar es m¨¢s acuciante, pero tampoco es exclusivo de la capital. La escuela cat¨®lica de San Agust¨ªn, en el condado de Wiltshire, ha tenido que redoblar sus exigencias para evitar el abuso. El requisito clave, estar bautizado, ya no es suficiente. La escuela favorece a los aspirantes que, adem¨¢s de haber recibido el agua bendita, se confiesan "cat¨®licos comprometidos".