Saladrigas: "Los prejuicios frenan las traducciones del catal¨¢n al castellano"
El autor barcelon¨¦s publica "La mar nunca est¨¢ sola"
Escribe en catal¨¢n, pero casi toda su obra ha sido traducida al castellano. Cr¨ªtico literario desde hace muchos a?os, Robert Saladrigas (Barcelona, 1940) ha conseguido premios tanto en Catalu?a como en el resto de Espa?a. Alfaguara acaba de traducir al castellano La mar nunca est¨¢ sola, el largo mon¨®logo de un escritor al borde de la muerte. No obstante, Saladrigas lamenta que los autores catalanes hallen "una barrera de prejuicios que frenan las traducciones del catal¨¢n al castellano".
Saladrigas pide en definitiva que se juzgue a los escritores en catal¨¢n por sus obras y no por su lugar de procedencia. "Da la impresi¨®n", coment¨® ayer durante la presentaci¨®n de la versi¨®n en castellano de su novela, "que somos un poco la cabeza de turco de los errores o de las alianzas de los pol¨ªticos catalanes". Tras se?alar que los autores catalanes no han podido romper esa "barrera de prejuicios", Saladrigas constata que s¨®lo un peque?o cupo ha sido traducido al castellano.En esta reducida cuota se incluir¨ªan Quim Monz¨®, Baltasar Porcel o el propio Saladrigas. "Pero de cualquier modo", precis¨®, "nunca las novelas escritas originalmente en catal¨¢n han tenido una repercusi¨®n especial en el resto de Espa?a". Saladrigas ha preferido que una escritora y traductora como Flavia Company vertiera La mar nunca est¨¢ sola al castellano y lo explica en t¨¦rminos de comodidad. Confiesa que su vida es la literatura y califica la "impotencia creadora" como lo m¨¢s terrible que puede ocurrirle a un autor. Sin embargo, Saladrigas no parece angustiado por quedarse sin inspiraci¨®n. "Nunca s¨¦", sostiene, "si habr¨¢ una pr¨®xima novela. Si no tengo nada que decir, no escribir¨¦ porque los escritores que s¨®lo lo hacen por puro oficio o por necesidades econ¨®micas me resultan pat¨¦ticos".
El ¨²nico patrimonio de un escritor son las palabras, insiste Saladrigas al proclamar que "un novelista se salva por sus obras, no por su vida". De esa encrucijada parte el argumento de La mar nunca est¨¢ sola, un largo mon¨®logo de un autor noruego que, en la fase terminal del sida, repasa en Barcelona los avatares de su existencia y enfrenta la muerte con las palabras. "El escritor muere cuando pierde la palabra
sentencia este enamorado de la literatura.
Al enumerar ejemplos insignes de "malas personas" que han legado obras magn¨ªficas Saladrigas cita a Louis-Ferdinand C¨¦line y a Knut Hamsun, ambos colaboradores de los nazis, que vieron arruinado su prestigio por sus actitudes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.