"Un avi¨®n recoge todas las facetas de la ingenier¨ªa en una entidad de tecnolog¨ªa punta"

Las espa?olas avanzan por el espacio, aunque no en calidad de ¨¦mulas de la astronauta Tereshkova; los progresos de las mujeres ib¨¦ricas se miden en la arena intelectual de los tableros de dise?o, los ordenadores y los experimentos encaminados a poner a punto los ingenios tecnol¨®gicos con los que Espa?a intenta dotarse de una capacidad propia en ingenier¨ªa aeroespacial. Han sido sus aportaciones en este sector estrat¨¦gico de I + D las que las han valido a Isabel P¨¦rez Grande, riojana de 28 a?os, e Irene Fern¨¢ndez Villegas, madrile?a de 24, los premios Amelia Earhart a la investigaci¨®n aeroespacial en su edici¨®n de 1996, convirti¨¦ndose en la tercera y cuarta espa?olas, respectivamente, que reciben el galard¨®n internacional desde su instituci¨®n en 1938.Ambas j¨®venes, hoy graduadas en la Escuela T¨¦cnica Superior de Ingenieros Aeron¨¢uticos de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM), ganaron el premio por investigaciones desarrolladas principalmente en sus anos de estudiantes, en el marco de proyectos pedag¨®gicos abiertos a alumnos y alumnas adictos al trabajo duro y con pasi¨®n por el espacio. Ellas no desaprovecharon la oportunidad y se entregaron con tes¨®n a programas punteros.

Microsat¨¦lite

A P¨¦rez Grande le toc¨® colaborar en el desarrollo del microsat¨¦lite UPM / Sat 1, dise?ado y construido por la UPM, y puesto en ¨®rbita en 1995. Su cometido se centr¨® en la termodin¨¢mica del artefacto, "en asegurar que todos los equipos se mantuvieran a la temperatura adecuada", recuerda. "En sat¨¦lites peque?os no hay posibilidad de introducir dispositivos activos de control t¨¦rmico, por lo cual ¨¦ste debe efectuarse de modo pasivo". Para ello dise?¨® un programa de software espec¨ªfico, y se encarg¨® de buscar la mejor disposici¨®n de los equipos, as¨ª como de elegir las pinturas y revestimientos reflectantes y aislantes, visibles en la manta t¨¦rmica que recubre el exterior del microsat¨¦lite, una suerte de pl¨¢stico dorado que lo protege de las radiaciones.

Fern¨¢ndez Villegas, por su parte, se enrol¨® en cuarto a?o de carrera en el proyecto franc¨¦s de la Vela Solar, asumiendo el dise?o de la estructura y los m¨¢stiles. Despu¨¦s subi¨® a un avi¨®n Caravelle, donde aprovech¨® las condiciones de microgravedad creadas en la ca¨ªda libre para registrar con una c¨¢mara de v¨ªdeo el movimiento de un p¨¦ndulo, con lo que "luego sacamos las curvas de su trayectoria". Adem¨¢s de instructiva, la experiencia le result¨® impresionante: "Durante 20 segundos flotabas en el aire, hasta que el avi¨®n volv¨ªa a ascender y te aplastabas contra el piso con la sensaci¨®n de pesar el doble", recuerda. Por ¨²ltimo, consagr¨® su proyecto de fin de carrera a un aspecto del microsat¨¦lite UPM / Sat 2, haci¨¦ndose cargo de dise?ar un subsistema de orientaci¨®n activado por el desfase de campos magn¨¦ticos del microsat¨¦lite y la Tierra, con buen desempe?o, recibiendo por ello una matr¨ªcula de honor.

?C¨®mo se accede a tales programas? "El expediente acad¨¦mico cuenta", reconoce Fern¨¢ndez Villegas, "pero el inter¨¦s que muestres es fundamental para ser aceptada". Un inter¨¦s que hoy ella ha canalizado a los nuevos materiales, concretamente al titanio, "un metal cuyas aleaciones se est¨¢n imponiendo en el sector aeroespacial", actual foco de su tesis doctoral. Cumplimentar su trabajo doctoral tambi¨¦n ocupa a P¨¦rez Grande, que divide su tiempo entre la docencia de Termodin¨¢mica de la Escuela de Ingenieros Aeron¨¢uticos, y el estudio de la transferencia del calor entre objetos s¨®lidos en el vac¨ªo espacial, con miras a aplicar sus futuras conclusiones en el dise?o de mejores controles t¨¦rmicos satelitales.

La vocaci¨®n de ambas mujeres por lo aeroespacial ha sido una consecuencia de su devoci¨®n de toda la vida por la ingenier¨ªa. "Esta rama es la m¨¢s completa; un avi¨®n recoge todas las facetas de la ingenier¨ªa, es una entidad independiente dotada de tecnolog¨ªa punta", coinciden las dos, a quienes los galardones no han alterado el plan de continuar trabajando en la Escuela.

A ambas les encantan la investigaci¨®n y la docencia, pero siempre relacionadas con aplicaciones tecnol¨®gicas. Lamentablemente, "el sector aeroespacial est¨¢ de capa ca¨ªda", observa P¨¦rez Grande sin desalentarse, "pues la situaci¨®n suele cambiar de la noche a la ma?ana".