Faen¨®n de Canales Rivera
Hab¨ªa que ver a Canales Rivera dar la vuelta al ruedo al finalizar la, corrida, con la oreja en la mano y con l¨¢grimas en los ojos. ?Qu¨¦ hab¨ªa pasado? Pues qu¨¦ antes del estoconazo final hab¨ªa dado dos pinchazos, lo que hizo que se esfumase el segundo trofeo y la consiguiente puerta grande. Al torero le habr¨¢ sabido mal, l¨®gicamente, y al p¨²blico tambi¨¦n, porque faenas como la de Canales a ese bravo toro de Murteira entran pocas en libra. El diestro vio pronto la calidad del animal, lo lance¨® muy bien a la ver¨®nica y lo llev¨® galleando al caballo. El muleteo lo inici¨® de rodillas y luego todo fue un dechado de verdad, torer¨ªa, temple y mando. Se?ores, no se puede torear mejor. Faena para hacer cavilar a su primo Rivera Ord¨®?ez y a todos los dem¨¢s. ?Y ese caballero no es todav¨ªa una figura del toreo? ?Pues a qu¨¦ esperan los que deciden estas cuestiones? Desde luego, si repite esto o algo parecido, lo tiene f¨¢cil: ser¨¢ un figur¨®n del toreo.Nunca mejor dicho lo de que hasta el final nadie es m¨¢s dichoso, porque la corrida se deslizaba por cauces no demasiado brillantes, debido a lo descastado del encierro de una ganader¨ªa que tiene fama, precisamente, de todo lo contrario. Canales ya lo hab¨ªa intentado en su primero, mientras ¨¦ste se lo permiti¨®. Y Jos¨¦ Ignacio S¨¢nchez, con muy buenas maneras, estuvo aseado con su manso primero, con el que no pod¨ªa existir emoci¨®n, y tore¨® muy bien con la derecha (el buen pit¨®n del toro) al cuarto, con el que, cosa no habitual en este diestro, comenz¨® el muleteo de rodillas. Acab¨® de pinchazo y estocada, y desde luego mereci¨® mejor premio que el obtenido.
Murteira / S¨¢nchez, Cervantes,
CanalesToros de Murteira Grave, con cuajo pero pobres de cabeza, flojos y descastados, a excepci¨®n de ¨²ltimo, bravo y noble. Jos¨¦ Ignacio S¨¢nchez: silencio y silencio. Paco Cervantes, nuevo en esta plaza: ovaci¨®n y vuelta al ruedo. Canales Rivera: silencio y oreja. Plaza Monumental, 4 de mayo. Un cuarto de entrada.
En cuanto al debutante Paco Cervantes, mostr¨® una gran voluntad toda la tarde. El muleteo a su primero fue limpio y tambi¨¦n destac¨® con la diestra en el platillo. El toro era flojo, pero noble, aunque no humillase. El quinto no pod¨ªa con los muchos kilos y adem¨¢s ten¨ªa muy poca casta. El hermano del matador, Alfredo, lo banderille¨® brillantemente y Paco dio muchos pases, con gran decisi¨®n, aunque falto de acoplamiento. Un estoconazo hizo que algunos incondicionales solicitasen la oreja, pero como no hab¨ªa mayor¨ªa el presidente hizo bien en no concederla. Lo bueno vendr¨ªa minutos despu¨¦s, con la extraordinaria faena de Canales Rivera.
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