El ¨²ltimo despeje
Eran dos defensas contra cinco delanteros, no en vano los ingleses hab¨ªan inventado el foot-ball como juego de ataque, de llegar muchas veces a la porter¨ªa, de hacer goles. En los a?os treinta un tal Bata, ariete del Athletic, hac¨ªa siete goles en un partido; en la temporada 30-31 este glorioso Athletic se apuntaba un incre¨ªble 12-1 sobre el Barcelona en San Mam¨¦s. Los cromos que coleccion¨¢bamos los chavales de la ¨¦poca fotografiaban en malos colores a Samitier, Ren¨¦ Petit, los hermanos Regueiro, Gorostiza, Iraragorri, VeltoIr¨¢, L¨¢ngara, Emil¨ªn, todos delanteros. De defensa pod¨ªa jugar cualquiera, como por ejemplo Castellanos y Urquizu en el Atletic campe¨®n de Liga en las temporada 29-30, 30-31 y 33-34. ?Qui¨¦n se acuerda de ellos? En la temporada 34-35 un inesperado Betis gan¨® la Liga a los favoritos, entonces se empez¨® a hablar de la pareja Areso-Ahedo, defensores vascos. Para entonces ya hab¨ªan alcanzado la fama otra pareja de backs importados directamente del Alav¨¦s por menos de 100.000 pesetas la pareja, para cubrir al legendario Ricardo Zamora.Zamora-Ciriaco-Quincoces, el tr¨ªo defensivo del Real Madrid y de la selecci¨®n espa?ola durante muchos a?os. Y siempre dos contra cinco hasta que se invent¨® la doble MW, con tres defensas, para dar paso al 4-2-4 y m¨¢s tarde al 4-4-2 t¨¢cticas y estrategia que Jacinto Quincoces ense?¨® como entrenador en sus etapas del Real Madrid y Valencia.
Quincoces le dio hecha la frase a Hern¨¢ndez Coronado: "Para ser internacional hay que nacer en Baracaldo y medir l,77". En el f¨²tbol actual, Quincoces no hubiera tenido precio por su visi¨®n del f¨²tbol, sus portentosas facultades y su af¨¢n de salir con la pelota controlada para pasarla al compa?ero huyendo del patad¨®n de la ¨¦poca, h¨¢bito que pon¨ªa los pelos de punta a su entrenador. En una defensa de cuatro hombres como las actuales, le hubiera faltado trabajo, le hubiera sobrado compa?¨ªa. Doble central, central y l¨ªbero, centrales y pivotes... Quincoces se re¨ªa suave e ir¨®nicamente. No hab¨ªa balones para todos.
Moda de la ¨¦poca de los a?os 30 y 40, los futbolistas se tocaban con sombrero, de paisano. Menuda la arm¨® Juan Antonio y Pi?a, otro vasco del Madrid, cuando regres¨® luciendo sombrero para entrenar al Athletic. En la cancha, en los terrenos, Quincoces hizo legendario el pa?uelo en la frente, tentaci¨®n irresistible de es caparate en estos tiempos para una marca deportiva.
Quincoces naci¨® al f¨²tbol de ¨¦lite con la Liga espa?ola fundada en la temporada 1928-1929 por el Real Uni¨®n, Real Sociedad, Athletic, Arenas de Getxo, Barcelona, Real Madrid, Europa, Espa?ol... En la guerra civil Quincoces no se sum¨® a los futbolistas vascos que exhibieron su calidad por Europa y Am¨¦rica y pudo volver a vestir la el¨¢stica del Real Madrid al terminar la contienda y los merengues finaliz¨® su brillante carrera.
Ahora, ayer, el ¨²ltimo despeje de Jacinto Quincoces. Seguramente controlado, jugando la pelota.
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