Yeltsin confirma a Igor Sergu¨¦yev como ministro de Defensa

El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, confirm¨® ayer como titular de Defensa a Igor Sergu¨¦yev, a quien hab¨ªa nombrado ministro en funciones el jueves, cuando ces¨® de manera fulminante al general ?gor Rodi¨®nov. Sergu¨¦yev, de 59 a?os, es un veterano con 35 a?os de servicio en las fuerzas de misiles nucleares, de las que era comandante en jefe desde 1992.Anatoli Kvashn¨ªn, hasta ayer comandante del Distrito Militar del C¨¢ucaso del Norte, fue nombrado jefe del Estado Mayor general en funciones de las Fuerzas Armadas rusas despu¨¦s de que V¨ªktor Chechev¨¢tov, el jefe del Distrito Militar del Extremo Oriente, rechazara la oferta que le hizo Yeltsin el jueves. Kvashn¨ªn, de 50 a?os, considerado un halc¨®n, estuvo al mando de las tropas rusas cuando ¨¦stas entraron en Chechenia en diciembre de 1994 y era partidario de continuar las hostilidades en esa rep¨²blica norcauc¨¢sica independentista.

Por otra parte, Yeltsin y el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, firmaron ayer en Mosc¨² los Estatutos de un Acuerdo de Uni¨®n entre Rusia y Bielorrusia. El texto abunda en buenas intenciones, pero no contempla la creaci¨®n de una federaci¨®n entre ambos pa¨ªses.

Yeltsin y Lukashenko se reunieron durante una hora antes de la firma, lapso en el que lograron eliminar las diferencias que ten¨ªan en torno a tres puntos de los estatutos. La principal era que Yeltsin quer¨ªa una cl¨¢usula que previera la transformaci¨®n futura de esta uni¨®n en una federaci¨®n, a lo que Lukashenko se opon¨ªa. El acercamiento entre ambos pa¨ªses es de suma importancia estrat¨¦gica para el Kremlin, especialmente debido a la pr¨®xima expansi¨®n de la OTAN hacia el Este, ya que en caso de que la Alianza despu¨¦s acepte como miembros a los pa¨ªses b¨¢lticos de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica, Mosc¨² podr¨ªa emplazar en territorio bielorruso efectivos de choque e incluso misiles nucleares. Precisamente esta importancia explica que Rusia haga la vista gorda a las pr¨¢cticas poco democr¨¢ticas de Lukasheriko, quien ha terminado con pr¨¢cticamente toda la prensa independiente.