El 'caso Mincho'
La desaparici¨®n del guerrillero pone en cuesti¨®n el proceso de paz de Guatemala
La reciente denuncia de la ONU sobre la captura y desaparici¨®n de un guerrillero guatemalteco en octubre de 1996, apenas dos meses antes de la firma de la paz, ha puesto contra las cuerdas al Gobierno y a la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Ambas partes, que hasta hace poco negaban la existencia de Juan Jos¨¦ Cabrera, alias Mincho, han rechazado que hubiera un "pacto de silencio" en torno al episodio para salvar las negociaciones. La acusaci¨®n procede de ciertos sectores pol¨ªticos que, de paso, intentan restar credibilidad al proceso de paz.Poco tiempo pudieron saborear el presidente guatemalteco, Alvaro Arz¨², y los dirigentes de la URNG la reciente concesi¨®n del premio Pr¨ªncipe de Asturias por el acuerdo que el 31 de diciembre de 1996 puso fin a 36 a?os de guerra civil. El pasado martes, cinco d¨ªas despu¨¦s del galard¨®n, la Misi¨®n de Verificaci¨®n de Naciones Unidas en Guatemala (Minugua) culp¨® al Ej¨¦rcito de la desaparici¨®n de Mincho y reproch¨® al Gobierno y a la guerrilla su falta de colaboraci¨®n.
Mincho hab¨ªa participado junto a Rafael Baldiz¨®n, Isa¨ªas, en el secuestro de una empresaria de 86 a?os en agosto de 1996, cuando las negociaciones de paz iban viento en popa. Seg¨²n la Minugua, ambos fueron detenidos el 19 de octubre por un comando de ¨¦lite del Estado Mayor Presidencial. La opini¨®n p¨²blica s¨®lo supo de la captura de Isa¨ªas, que fue canjeado por la anciana y sali¨® de Guatemala. La URNG lo acus¨® de haber actuado por su cuenta. La crisis se sald¨® con el sacrificio de Rodrigo Asturias, Gaspar Ilom, el m¨¢s emblem¨¢tico de los cuatro l¨ªderes guerrilleros.
Recientemente, algunos medios recogieron filtraciones "extraoficiales" que daban cuenta de la muerte de Mincho y de una especie. de conjura entre el Gobierno y la guerrilla, para ocultar los hechos: el Gobierno, para no dejar en evidencia que el Estado Mayor Presidencial, que tiene por misi¨®n la seguridad del presidente, se dedicaba clandestinamente a otros menesteres. La URNG, para tapar la supuesta implicaci¨®n de Rodrigo Asturias y su hijo Sandino en el secuestro.
La tormenta se desat¨®. Minugua investig¨® y sac¨® su informe. Y lleg¨® la hora de las explicaciones. Si la URNG no denunci¨® la desaparici¨®n de Mincho, afirma Pablo Monsanto, otro de los excomandantes, es porque no ten¨ªan ning¨²n dato sobre ¨¦l, ni sobre el secuestro. Mincho pertenec¨ªa a los comandos urbanos, no ostentaba cargo alguno y pocos lo conoc¨ªan.
Rodrigo Asturias, todav¨ªa exiliado en M¨¦xico, guarda silencio. "Hemos abierto una investigaci¨®n interna", indica Monsanto, que se?ala que detr¨¢s de las acusaciones en contra del hijo del Nobel de Literatura Miguel Angel Asturias hay una campa?a para destruirlo pol¨ªticamente.
El Gobierno tampoco lo tiene f¨¢cil. El caso Mincho ha confirmado la existencia de c¨¦lulas clandestinas de seguridad, lo que contraviene los acuerdos de paz. El Ejecutivo ha emplazado a Minugua a que aporte las pruebas que tiene. "Las pruebas son los testimonios confidenciales, que no podemos revelar, pero nuestro informe es fruto de una investigaci¨®n muy rigurosa", afirma Carlos Urrutia, portavoz de Mimigua. Queda por confirmar la suerte del guerrillero. "Varios testimonios aseguran que muri¨® en un tiroteo en el momento de su captura".
"Estamos en un momento pol¨ªtico duro, y no conviene debilitarnos. Una serie de sectores poderosos ha aprovechado este suceso para deslegimitar la verificaci¨®n internacional y desgastar a los principales protagonistas del proceso de paz", dice Monsanto.
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