Par¨ªs, s¨ªmbolo del castigo para la derecha
Jean Tiberi, el actual alcalde de Par¨ªs, ha simbolizado el peso de la corrupci¨®n en esta campana. Este discreto hijo de diputado y hombre en la sombra de Jacques Chirac, desprovisto de carisma pero con una enorme capacidad de trabajo, ha visto c¨®mo ca¨ªan sobre ¨¦l todos los esc¨¢ndalos acumulados durante los 18 a?os de mandato municipal del hoy presidente. Esas casi dos d¨¦cadas sirvieron para convertir el Ayuntamiento en el principal instrumento de la financiaci¨®n oculta del partido neogaullista. Tiberi ha tenido que asumir ese pasado y lo hace en silencio, aceptando incluso que, en los actos p¨²blicos de su partido, a ¨¦l lo mantengan alejado de las c¨¢maras y fot¨®grafos, como si de un apestado se tratase.Los electores han castigado a Tiberi priv¨¢ndole de un 20% de los votos que obtuvo en 1993, cuando fue elegido en la primera vuelta, como siempre le hab¨ªa ocurrido -excepto en 1973- en una circunscripci¨®n sociol¨®gicamente conservadora. Su rival, la socialista Lyn Cohen-Solal, ronda el 25% de los sufragios, lejos a¨²n del 33,5% del alcalde, pero con algunas posibilidades de superarle en la segunda vuelta. Esa misma situaci¨®n se repite en otras varias circunscripciones. La capital puede convertirse en el emblema de un rechazo que afecta directamente a la presidencia de la Rep¨²blica.
El ministro de Justicia, Jacques Toubon, que la prensa de oposici¨®n presenta como "el hombre que archiva casos m¨¢s r¨¢pido que su sombra", tambi¨¦n se presentaba en Par¨ªs. Su resultado a¨²n ha sido m¨¢s decepcionante que el de Tiberi y su esca?o de diputado se tambalea. Toubon es el hombre que ha tratado de ocultar esc¨¢ndalos -s¨®lo gracias a la prensa la opini¨®n p¨²blica ha podido conocerlos- que afectan a la familia Tiberi, pero tambi¨¦n a la de Chirac o la de Alain Jupp¨¦, as¨ª como a todo el partido. Es m¨¢s, sus declaraciones iniciales al tomar posesi¨®n del cargo de ministro, que iban en la l¨ªnea de garantizar la independencia de los jueces, fueron desmentidas por la pr¨¢ctica precisamente a causa de las falsas facturas, comisiones tambi¨¦n ocultas, los pisos a bajo precio atribuidos a los amigos pol¨ªticos o los sueldos por trabajos inexistentes.
La izquierda, que durante a?os ve¨ªa c¨®mo los 21 esca?os que proporciona Par¨ªs eran exclusivamente para la coalici¨®n conservadora, gan¨® uno solo en 1993, recuper¨® otro en una parcial de 1995 y espera ahora conseguir entre seis y 12. Si sus expectativas se confirman, la batalla por la sucesi¨®n en el Ayuntamiento de Par¨ªs puede darse por abierta y se sumar¨¢ a los conflictos que vive la actual mayor¨ªa presidencial pero, el gran temor, sobre todo, viene del peligro de que la izquierda llegase de nuevo al Gobierno. Entonces los jueces, muy probablemente, no ver¨ªan frenado su ¨ªmpetu investigador como hasta ahora y todo lo relacionado con la financiaci¨®n municipal podr¨ªa adquirir otras dimensiones, con salpicaduras que amenazar¨ªan con llegar muy alto.
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