"Esto es como la bonoloto"
12.396 personas compiten por 82 plazas de pe¨®n municipal en el mayor examen laboral de la historia de Sevilla
La primaveral Sevilla sufre un desv¨ªo hacia la hip¨¦rbole, ya sea para acoger la Exposici¨®n Universal o ganarse la capitalidad europea del paro, de manera que las oposiciones que ayer se celebraron en el Polideportivo de San Pablo al objeto de cubrir 82 puestos de pe¨®n, la m¨¢s baja categor¨ªa laboral, se convirtieron tambi¨¦n en las m¨¢s concurridas de la historia del Ayuntamiento, con 12.396 opositores inscritos, hermanados por el eterno mordisco de la crisis y la esperanza de que les toque el cuponazo de un contrato indefinido en la Administraci¨®n, aunque sea de ayudante de alba?il, pintor o limpiadora.Los argonautas iban numerados: del 1 de Labella P¨¦rez, Isabel Dolores, al 12.396 de Justo Garc¨ªa, Edurne. "Esto es como la bonoloto", dec¨ªa Ortiz Rodr¨ªguez, Mar¨ªa Luisa, turno de las 15.00 horas, puerta C, con 0,25 puntos a?adidos por tener el graduado escolar. Si fuese doctora en astrof¨ªsica le corresponder¨ªan 1,50, pero ella (23 a?os), su novio, L¨®pez Garc¨ªa, Francisco Javier (24), y el hermano de ¨¦ste, Jes¨²s (20), denuncian que "por ser de las 3.000 viviendas [barriada marginal de Sevilla]" les miran mal en todos lados. "He perdido trabajos por decir d¨®nde vivo; menos mal que aqu¨ª no preguntan", dice Mar¨ªa Luisa, enfundada en un vestido rojo.
Para el pleno hay que responder bien 30 preguntas en media hora sobre cuestiones tan prosaicas como la forma de eliminar manchas de sangre o cu¨¢l es el mejor esti¨¦rcol: "Preferiblemente de cuadra, descompuesto y viejo". De entrada, 6.000 personas se autoeliminaron de la odisea al no presentarse- al examen te¨®rico-pr¨¢ctico de ayer; en parte porque se hab¨ªa extendido la especie de que los puestos ya estaban concedidos "a los enchufados", como se quejaba resignado Jos¨¦ Reina, un fontanero en paro de 50 a?os y 4 hijos.
"Yo no tengo suspicacias", declaraba Jos¨¦ Molina, de 33, diplomado en magisterio. "Qu¨¦ inocente eres, hijo", le replicaba su hermano Antonio. Y contrarr¨¦plica del jefe de personal del Ayuntamiento, Alfonso Garc¨ªa Melero, que, consciente del revuelo causado en las mismas oposiciones de hace tres a?os, cuando un miembro del tribunal registr¨® en una grabadora las respuestas correctas del examen y las filtr¨® a sus allegados insist¨ªa en que "los rumores se contestan haciendo las cosas bien hechas".
"Las cosas bien hechas" fueron 130 vigilantes, 16 polic¨ªas municipales y un tribunal sometido a la tensi¨®n de vigilarse rec¨ªprocamente desde las siete de la ma?ana para evitar, como explicaba un funcionario, malas jugadas.
Remolinos de carne y hueso se apretaban en las puertas de acceso con el carn¨¦ de identidad en la mano. La estampa recordaba a las filas de obreros del crack del 29 o Tiempos modernos, con Charlot suplicando un curro a la puerta de la f¨¢brica. S¨®lo que ahora, a?o 1997, en la cola hay, adem¨¢s de j¨®venes currantes del extrarradio -camisa limpia, moreno de alba?il, zapatos de mercadillo-, lustrosos licenciados que aceptan lo que sea.
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