La ansiedad cierra el paso a Albert Costa

El pron¨®stico se rompi¨®, pero el tenis espa?ol sald¨® la tercera ronda con un balance netamente positivo. De los nueve jugadores que la iniciaron cinco se clasificaron para los octavos de final. No es una cifra r¨¦cord, puesto que en 1995 fueron seis -tres hombres y tres mujeres- los espa?oles que alcanzaron la misma ronda en Par¨ªs. Sin embargo, visto el nivel de las p¨¦rdidas sufridas no es una cifra despreciable.Fue la de ayer una jornada singular en la que la ansiedad acab¨® por cerrar el paso a Albert Costa, considerado por muchos expertos como uno de los m¨¢ximos candidatos al triunfo en este Roland Garros. Campe¨®n en el God¨® hace s¨®lo dos meses, Costa se enfrent¨® al australiano Marc Woodf¨®rde (79? mundial) y fue cavando su tumba a trav¨¦s de sus propios errores. "Es uno de los d¨ªas m¨¢s tristes de mi carrera confes¨® el leridano de 21 a?os. "No fue la ansiedad", dijo. "Estaba nervioso. Normalmente suelo soportar la tensi¨®n, pero hoy no he podido. Intentar¨¦ ha cer algo, buscar alguna ayuda, para no perder la concentraci¨®n en los partidos".

Costa tuvo controladas las dos primeras mangas del partido, que domin¨® por 3-1. En la primera dispuso incluso de 6 break-points para el 4-1. Y en la segunda tuvo tres bolas de 5-2. Pero ni una vez ni la otra fue capaz de concretar sus ventajas. Y se vio inmerso en una tercera manga en la que su mente no pensaba ya en jugar sino en salvar el pellejo. Cada vez estaba m¨¢s tenso, m¨¢s preocupado por el viento, por su falta de confianza, por cualquier elemento externo. Incapaz de controlarse, cedi¨® el saque en el s¨¦ptimo juego y ah¨ª vislumbr¨® ya su final.

Albert Costa y Galo Blanco, de 20 a?os, invirtieron ayer los papeles. Aunque mucho menos experimentado en el circuito y en las grandes citas, Blanco, nacido en Oviedo y creado ten¨ªsticamente en Barcelona donde- se tralad¨® a los 14 a?os, fue capaz de mantener la calma cuando dominaba su partido ante el norteamericano Chris Woodruf (49?) por dos mangas a cero y vio como se le complicaba la tercera. La ganaba por 4-1 y 5-3 y debi¨® resolverla en un desempate. Se impuso por 7-2 y convirti¨® la jornada en la m¨¢s importante de su carrera ten¨ªstica.

Fue un triunfo sorprendente por la solidez que demostr¨®. Una solidez s¨®lo demostrada hasta ahora por Bruguera y Corretja en todos sus partidos. Bruguera desbarat¨® en un santiam¨¦n los planes del belga Dick Norman (141?). Jug¨® con humildad, con paciencia, sin prisas, sabedor de que todo eso era necesario para demostrar su calidad.

Como ¨¦l, otra campeona, Arantxa S¨¢nchez lav¨® su imagen de perdedora y derrot¨® a la belga Dominique Van Roost, que la hab¨ªa vencido este a?o en el Open de Australia. "Este torneo me motiva mucho. Cada vez tengo m¨¢s confianza en mi juego", dijo la barcelonesa, finalista en Par¨ªs el a?o pasado.