Una ma?ana de locura infinita
Eran las 9.02 hora local del 19 de abril de 1995. Un cami¨®n bomba, con m¨¢s de 1.800 kilos de explosivos destru¨ªa el edificio federal Alfred Mlurrah, en pleno centro de Oklahoma, y hund¨ªa en el p¨¢nico a esta tranquila ciudad del Medio Oeste norteamericano con el atentado m¨¢s letal jam¨¢s habido en Estados Unidos: 168 muertos.En un instante, el Alfred Murrah, un edificio de nueve plantas en el que trabajaban habitualmente m¨¢s de medio millar de personas, reventaba por sus cuatro costados. A la fuerte explosi¨®n siguieron los gritos desesperados de los supervivientes, entre ellos algunos ni?os de la guarder¨ªa infantil instalada en la segunda planta, semienterrados entre el mont¨®n de escombros, cables el¨¦ctricos y hierros retorcidos. S¨®lo un 10% del personal que se encontraba en el interior se salv¨® de la tragedia.
Los autom¨®viles estacionados en los alrededores quedaron tambi¨¦n envueltos en llamas. Restos de cristales y cascotes sembraron las calles vecinas y se llegaron a encontrar a varios kil¨®metros de distancia. Una veintena de edificios se vieron seriamente da?ados por la deflagraci¨®n y afectados en menor -grado otros 300. En media hora, los pacientes de los hospitales m¨¢s pr¨®ximos hab¨ªan sido ya desalojados para dar cabida a las v¨ªctimas.
S¨®lo dos semanas despu¨¦s de la explosi¨®n, se pudo conocer el balance definitivo del atentado: 168 muertos (entre ellos 19 ni?os) y 674 heridos. 219 ni?os y adolescentes perdieron a alguno de sus padres en la tragedia (30 peque?os quedaron completamente hu¨¦rfanos) y 7.000 personas se vieron privadas de su lugar de trabajo.
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