Lluvias y ciudades

Es frecuente que en los libros de Alvaro Mutis aparezca la lluvia tormentosa dispuesta a desbordar los - r¨ªos y la selva capaz de invadir los jardines y la vegetaci¨®n mediocre de los parques p¨²blicos. La naturaleza surge a la vuelta de cada desenga?o, pero no como un horizonte sagrado y ¨²nico, sino como un s¨ªmbolo regenerador que se invoca ante el deterioro de la realidad y de la historia, ante las usuras del tiempo y la civilizaci¨®n. La naturaleza de Mutis tiene el grado de las obras de arte, porque rompe en forma de agua, bosque o luz estelar cada vez que los ruidos de la ciudad componen la m¨²sica de la p¨¦rdida y las tribulaciones de los seres solitarios.El lenguaje del poeta nace de una permanente insatisfacci¨®n, porque el deterioro alude tambi¨¦n al poder limitado de la palabra humana. La poes¨ªa, como la naturaleza, sirve de consuelo, pero resulta imprescindible llevarla al terreno del arte, de la vida ficticia y la invenci¨®n de heter¨®nimos. Magroll el Gaviero, personaje que habita en las novelas de Mutis, es un hallazgo original de su poes¨ªa. Por eso su estilo l¨ªrico, muy riguroso en la variedad, se funda en una b¨²squeda prudente, m¨¢s creadora que destructiva, en un deseo artesanal que indaga las posibilidades del verso claro, el vers¨ªculo y los poemas en prosa, muy cercanos a veces al cuento. Los artificios del poeta ofrecen una lucha imaginaria contra las usuras del tiempo.