Los europeos huyen de Brazzaville mientras los cad¨¢veres se amontonan en las calles
Las luces de Brazzaville, la capital del otro Congo, que ha cogido la antorcha dram¨¢tica de la guerra reci¨¦n terminada en el antiguo Zaire, anuncian que la vida sigue al otro lado del r¨ªo a pesar del espor¨¢dico martilleo de los ca?ones. Desde primeras horas de la ma?ana, aunque con menos intensidad que en los d¨ªas precedentes, el estruendo de ametralladoras pesadas, morteros y fuego artillero no ha dejado de escuarse en Kinshasa, la capital de la nueva Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Los que han conseguido abandonar Congo-Brazzaville, como Dominique L¨¦grand, el c¨®nsul honorario de Espa?a, relatan "estampas de horror, cad¨¢veres abandonados en las calles y devastaci¨®n".
No hay cifras claras sobre el n¨²mero de muertos, aunque fuentes de la milicia del ex presidente Denis Sassou N'Guesso aseguraron ayer que Ias v¨ªctimas mortales se cuentan por centenares" mientras trataban de mantener a raya al Ej¨¦rcito gubernamental del actual presidente, Pascal Lissouba.Fue una huida espeluznante. El lunes, cuando la noche ya hab¨ªa ca¨ªdo sobre el peque?o aeroclub colindante al aeropuerto de Brazzaville, los 30 pasajeros del avi¨®n fletado por el Ej¨¦rcito franc¨¦s corrieron de uno en uno, con el alma en la boca, a lo largo de una pista que las luces apagadas hac¨ªan interminable y por un sendero formado por legionarios franceses tendidos en el suelo y con las armas montadas apuntando en la oscuridad. Dominique L¨¦grand y su esposa Th¨¦r¨¦se dejan atr¨¢s m¨¢s de 20 a?os de existencia en Congo.
"No pod¨ªa contarlos, pero eran muchos muertos los que nos encontramos en el camino del aeropuerto. Creo que son los peores combates de los muchos que hemos sufrido en Brazzaville", dice Th¨¦r¨¦se, que se?ala con amargura una columna de humo que se alza sobre el puerto de la capital congole?a, al norte de la ciudad, la zona-basti¨®n de la milicia de Sassou N'Guesso, un presidente de marchamo marxista al que Lissouba desaloj¨® del poder en las elecciones de 1993. Los decisivos comicios presidenciales previstos para el 27 de julio no han podido tener peor comienzo. "Es un conflicto de poder entre dos partidos y dos l¨ªderes, Sassou N'Guesso y Lissouba que cuentan con ej¨¦rcitos propios. Han empezado a votar con las armas en vez de con las papeletas", dice el c¨®nsul. Antes de que se hiciera de noche la capital de Congo parec¨ªa ayer una ciudad muerta. Con un catalejo, no se alcanzaba a divisar ni un alma en los edificios que dan al r¨ªo o en las instalaciones portuarias. El ferry que une Kinshasa y Brazzaville, los dos Congos, permanece inactivo desde que las tropas de Laurent Kabila derrocaran a Mobutu. Portugueses residentes en Brazzaville dieron cuenta por tel¨¦fono de numerosos saqueos.
El Ej¨¦rcito franc¨¦s, que ya contaba en Brazzaville con 450 hombres, desplaz¨® ayer otros 700 legionarios con la intenci¨®n "de facilitar la salida de los expatriados. En ning¨²n caso tenemos intenci¨®n de intervenir en el conflicto interno". Tambi¨¦n EE UU ha enviado un equipo militar para preparar la evacuaci¨®n de sus ciudadanos. Cerca de 2.000 extranjeros han sido ya repatriados. La Embajada de Espa?a en Kinshasa se mantiene en permanente contacto telef¨®nico con los 18 nacionales que se encuentran en Brazzaville. "Todos est¨¢n bien", declar¨® Carlos Abella, el encargado de negocios.
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