4.000 millones de recetas K. A.
K. A. habla as¨ª de emotivo y sabio: "Cuando hay¨¢is decidido hacer una receta y no teng¨¢is a mano un ingrediente, no importa, pod¨¦is sustituirlo por otro que teng¨¢is. La cocina no es matem¨¢ticas; por tanto, las recetas no son f¨®rmulas cerradas. Son ideas a las que cada uno puede dar su toque personal. Por ¨²ltimo, os recuerdo que el ingrediente indispensable en la cocina es el cari?o. Sin ¨¦l dif¨ªcilmente se consigue una cocina rica, rica y con fundamento".A cocinar, pues, seg¨²n las recomendaciones de Karlos Argui?ano. Su ¨²ltimo libro-recetario apareci¨® en las librer¨ªas apenas hace meses, con t¨ªtulo simple y rotundo: 1.069 recetas, firmadas, como se debe, por K. A.; pero de pocos a?os ac¨¢, Argui?ano ha puesto en los escaparates de todas las librer¨ªas otros t¨ªtulos como El men¨² de cada d¨ªa y La despensa de Karlos Argui?ano ".
Y en el d¨ªa que a todos nos alumbra, los quioscos de venta de libros en Espa?a y otros lares han facturado el importe de dos millones de libros. Y si esta cifra se multiplica por las 2.000 recetas que han salido de la cabeza, de las manos, de los ojos saltones y del coraz¨®n infinito de K. A., resulta que ruedan por el mundo 4.000 millones de recetas del hombre y caballero del caser¨®n se?orial de la playa de Zarauz, dep¨®sito de belleza de piedra tallada y de encanto argui?aniano, repartido en la planta baja para las cocinas y el comedor y las otras dos plantas para las 12 habitaciones de un hotel de reposo y enso?aci¨®n. Desde este escaparate, de nombre Karlos Argui?ano (943 / 13 00 00), a menos de veinte kil¨®metros de San Sebasti¨¢n, se vive totalmente y se contempla el mar.
Y para todo lo necesario, sembrados en el talento y carisma de K. A., est¨¢n su esposa Luisa a la que todo el panorama nacional e internacional que aqu¨ª se posa la nombra Luisi, como pronuncian el nombre de Eva Argui?ano, hermana del chef, si quieren que su reposter¨ªa se derrita en el paladar, y como dicen Ricardo al hermano de Luisi para que resuelva a diario todo si K. A. graba sus emisiones para la televisi¨®n espa?ola. o si ha viajado a Argentina, donde, cada d¨ªa del a?o, el canal 13 de Buenos Aires emite la sabidur¨ªa sabrosa de K. A.
La degustaci¨®n en este lugar de alma de lujo responde a la modernidad. Argui?ano, en definitiva, 30 a?os despu¨¦s de haberse establecido al amor de los sabores y olores y colores de la cocina, se revela como el precursor permanente de la cocina del d¨ªa. Sobre la nueva cocina y sobre los cuatro vascos (¨¦l, Arzak, Subijana y Castillo) que conquistaron el mundo hace un cuarto de siglo se ha especulado sin reparos. Y, para concluir, estos cuatro y m¨¢s si cabe K. A., explican con lo que hacen que la cocina de siempre, inspirada, claro, es la nueva cocina posible.
Pero lo m¨¢s propio es sentarse en el comedor de K. A. y emprenderla con algunas de las recetas de los 4.000 millones que ¨¦l ha repartido por el universo: una crema de mel¨®n fr¨ªa con jam¨®n para comenzar en verano o unas alubias pintas en invierno o pochas blancas con almejas en el tiempo de calores; y a seguir con rape al horno con mariscos y, luego, perdiz escabechada, m¨¢s la reposter¨ªa de Eva, cada d¨ªa vivificada. Y las olas se rompen a diez o veinte metros y se palpa la arena desde alguna ventana. Y hasta se pueden pagar s¨®lo 4.000 pesetas, 7.000 si el gusto se encandila.
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