Progresa adecuadamente

"Progreso, progreso. Estoy mejor que en la Bicicleta Vasca". Abraham Olano (Banesto) no gan¨® ayer en Bedarrides la contrarreloj de 45 kil¨®metros de la Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦, pero tal no era su objetivo. As¨ª que termin¨® contento pese a los 33 segundos que cedi¨® al ruso Viatcheslav Ekimov (US Postal), quien le aventaja en 48s en la general. "Bonita, bonita", le dijo de su carrera a su director Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri todav¨ªa sudando sobre la bicicleta. "Ekimov se ha salido y cuando uno est¨¢ que se sale, no se puede hacer nada. Y eso que yo he hecho una buena contrarreloj", declar¨® por tel¨¦fono el guipuzcoano. S¨®lo el ruso y Olano superaron la barrera de los 50 kil¨®metros por hora. El ingl¨¦s Chris Boardman (Gan), principal favorito, cedi¨® 2 minutos a Ekimov y Alex Z¨¹lle (ONCE), a¨²n sufriendo las secuelas de su ca¨ªda del martes, 2.46.Habitualmente la contrarreloj de la Dauphin¨¦ es un doble test para los corredores que piensan en ganar el Tour. Por un lado, emple¨¢ndose a fondo, miden su estado de forma absoluto, cuesti¨®n de saber si los entrenamientos han sido los apropiados, y, por otro, su capacidad en relaci¨®n a posibles rivales. Del primer test, como ¨¦l dice, Olano ha salido contento. Y fuera de subjetividades: el 1.27 que le ha sacado a Boardman es un buen indicio. Pese a que el ingl¨¦s sufri¨® un par de aver¨ªas mec¨¢nicas a partir del kil¨®metro 29, en el cronometraje intermedio ya hab¨ªa 56s al de Anoeta. El segundo valor del test no ha existido simplemente. No s¨®lo por la ausencia de Riis y Ullrich, los hombres que habr¨ªan dado la medida de su evoluci¨®n, sino tambi¨¦n porque Z¨¹lle era una sombra de s¨ª mismo. As¨ª, aunque psicol¨®gicamente no haya salido fortalecido por haber derrotado a rivales del Tour, Olano tampoco ha tenido la oportunidad de sentirse mal por haber sido derrotado. "El resultado no es ninguna referencia", dice Eusebio Unzue, director del Bartesto. "Aunque an¨ªmicamente le habr¨ªa venido de perlas la victoria, se trataba m¨¢s que nada de que se notara la mejora, de ponerle una nota por el trabajo hecho hasta ahora".

En un recorrido llano -"ocho o 10 curvas peligrosas; el resto, zona de patadas, patadas y patadas", explica Unzue-, bajo un calor aligerado por una agradable brisa, Olano movi¨® con alegr¨ªa un 54/11 (casi cinco vueltas de rueda por pedalada), un desarrollo menor que el 55/12 de Ekimov, un corredor educado largos a?os en la pista -fue r¨¦cordman de la hora aficionado- y, por lo tanto, m¨¢s hecho a desarrollos ligeros. Txente Garc¨ªa Acosta, que confirm¨® su progresi¨®n con una gran contrarreloj (9?, a 2.19 de Ekimov) fue su liebre particular.

La victoria de Ekimov no tiene nada de sorprendente. "No se r¨ªan, puede ganar el Tour", dijo su director, el normalmente comedido Johny Weltz. La participaci¨®n de su equipo en el Tour depend¨ªa en gran medida de la Dauphin¨¦ que cumplieran. As¨ª que hace un mes Ekimov dej¨® de competir para prepararse espec¨ªficamente para esta carrera. Para ¨¦l, es un objetivo, para Olano, un medio. Es la diferencia.

"Las cosas se ganan por regularidad", aprecia Ech¨¢varri. "A ver c¨®mo responde Ekimov. Aunque parezca que no podr¨¢ hacer nada el s¨¢bado en Vars e Izoard, m¨¢s vale la prudencia". Olano est¨¢ ansioso por correr ma?ana la gran etapa alpina. "Ah¨ª ver¨¦ a la perfecci¨®n c¨®mo ando". Es la primera vez en la temporada que se atreve con puertos de m¨¢s de 15 kil¨®metros. La primera vez en su vida que se enfrenta a esos dos colosos alpinos. Y no tiene muchas ganas de hablar de ellos antes de subirlos. "Adi¨®s, que tengo prisa", responde Cuando se le pide que se extienda sobre el particular.