Tibor Fischer mezcla humor y reflexi¨®n filos¨®fica en 'Filosof¨ªa a mano armada'
?Qu¨¦ tiene que ver la filosof¨ªa con los atracos a mano armada? Tibor Fischer lo tiene claro: quiz¨¢ no mucho pero la mezcla puede resultar divertida. Por ello eligi¨® como protagonista narrador de su hilarante novela Filosof¨ªa a mano armada (Tusquets) a un personaje llamado Eddie F¨¦retro, alocado profesor de filosof¨ªa que roba bancos. "No pretend¨ª escribir una obra filos¨®fica", explicaba ayer Fischer en Barcelona, "sino una novela c¨®mica que hiciera pensar"."Me interesaba escribir sobre el fin del milenio", a?ade, "y pens¨¦ que la filosof¨ªa era un buen hilo conductor para repasar los progresos de la civilizaci¨®n. Luego vino el desmadre y todo el hilo c¨®mico del libro".
Fischer, hijo de padres h¨²ngaros, naci¨® en Londres en 1959 y la revista Granta lo seleccion¨® como uno de los mejores autores de la nueva narrativa brit¨¢nica por su primera novela, Under the frog. A partir de aqu¨ª todo fue f¨¢cil. "Granta puso mi nombre en el mapa", explica, "pero antes tuve que pasar por el rechazo de m¨¢s de cincuenta editoriales".
Fischer era hasta entonces un periodista que intentaba abrirse camino en la vida. Hab¨ªa estado en varios pa¨ªses del Este y guarda, como recuerdo de aquella ¨¦poca una corbata de Ceaucescu que tuvo el honor de robar en persona. "Intent¨¦ llevarme los grifos de oro del lavabo, pero no era tan f¨¢cil, observa con iron¨ªa.
Si la primera novela estaba ambientada en la Hungr¨ªa de la posguerra, en Filosof¨ªa a mano armada Fischer ha elegido Francia como paisaje de fondo. "No quer¨ªa que me encasillaran como escritor del Este", se justifica, "y por otra parte quer¨ªa que mis personajes se movieran por buenos hoteles y sitios agradables para que no fuera tan deprimente".
Fischer afirma que no tuvo en cuenta para nada la moda de los libros filos¨®ficos, con El mundo de Sof¨ªa a la cabeza, al escribir su novela. "Cuando te sientas a escribir, piensas en que la gente se lo pase bien", dice. "Por otra parte, la filosof¨ªa siempre ha despertado inter¨¦s porque trata de hallar un sentido al universo".
Antes de escribir Filosof¨ªa a mano armada, Fischer se pas¨® unos cuantos meses leyendo a los cl¨¢sicos. "Me fue bien para aumentar mi cultura general"' se?ala sonriendo, "pero no me sirvi¨® para mi novela".
Para escribir el libro, Fischer se li¨® la manta a la cabeza: se invent¨® una estructura lo suficientemente libre para soltarse cuando quisiera (contiene los diez principales ¨¦xitos filos¨®ficos) y se dedic¨® a jugar con el lenguaje, con un protagonista obsesinado con la letra zeta.
"El lenguaje es mi principal apuesta", afirma Fischer. "Al tener como narrador a un profesor de filosof¨ªa de Cambridge, pens¨¦ que ten¨ªa licencia para hacer todos los juegos de lenguaje que me apetecieran. Para Eddie F¨¦retro, la letra zeta es como un s¨ªmbolo del final del milenio".
Fischer, por supuesto, cree que est¨¢ surgiendo una nueva generaci¨®n de novelistas brit¨¢nicos. Cita a su amigo Lawrence NorfoIk y a Irvine WeIsh como ejemplos, y a la hora de buscar referencias, comenta que Martin Amis y Julian Barnes son los novelistas que m¨¢s le interesan de la generaci¨®n anterior. La hora del relevo parece servida.
Babelia
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