Muere a los 79 a?os Robert Mitchum, uno de los m¨ªticos 'chicos malos' de Hollywood
El actor, que nunca consigui¨® el Oscar, protagoniz¨® m¨¢s de 120 pel¨ªculas y telefilmes
Humphrey Bogart hab¨ªa dejado el list¨®n tan alto que parec¨ªa imposible que alguien pudiera volver a encarnar en el cine de una manera cre¨ªble a Philip Marlowe, el detective de las novelas de Raymond Chandler. Pero en 1975 y 1978, en nuevas versiones de Adi¨®s, mu?eca, y El sue?o eterno, Robert Mitchum lo consigui¨®. Su Marlowe era diferente, pero tan duro, tierno y aut¨¦ntico como el de Bogart. Y es que Mitchum -enfermo de enfisema y de c¨¢ncer de pulm¨®n-, que ayer se apag¨® a los 79 a?os de edad mientras dorm¨ªa en su hogar de California, era un gran actor y todo un personaje. El actor siempre tuvo en Hollywood la imagen de un bad boy, un chico malo. Protagoniz¨® m¨¢s de 120 pel¨ªculas y telefilmes, pero nunca consigui¨® un Oscar. Entre sus trabajos destacan La noche del cazador, R¨ªo sin retorno y El cabo del terror.
Mitchum, el hombre de la mirada adormecida, la barbilla partida y el cigarrillo entre los labios, sufr¨ªa de un enfisema desde hac¨ªa un a?o y meses atr¨¢s recibi¨® la noticia de que ten¨ªa c¨¢ncer de pulm¨®n. El mal termin¨® venci¨¦ndole ayer, pero a traici¨®n, cuando descansaba en su lecho, en su casa de Santa B¨¢rbara.Protagonista de m¨¢s de 120 largometrajes y series de televisi¨®n, Mitchum era un luchador. En un pa¨ªs tan puritano como Estados Unidos, su carrera cinematogr¨¢fica logr¨® superar la prueba de fuego de muchos esc¨¢ndalos, comenzando por una detenci¨®n en su juventud por consumo de marihuana y siguiendo por numerosas peleas, en ocasiones a pu?etazos, con productores y directores de los grandes estudios de Hollywood. Quiz¨¢ por ello nunca consigui¨® ganar un Oscar.
"Siempre, he pensado", dijo en 1983, "que ten¨ªa tanta inspiraci¨®n y tanta ternura como cualquier otro actor. Siempre he pensado que pod¨ªa hacerlo mejor, pero nunca he tenido la oportunidad de hacerlo mejor, siempre he tenido que hacer m¨¢s m¨¢s y m¨¢s".
Mitchum fue un trabajador incansable, empalmando un rodaje con otro hasta hace apenas unos a?os. A comienzos de los ochenta, cuando ya no le ofrec¨ªan papeles en la gran pantalla, pese a sus estupendas interpretaciones de Marlowe, se puso a hacer series de televisi¨®n para la cadena ABC.
"Creo", dijo una vez, "que cuando los productores tienen un hueco en el reparto dicen: 'Llamad a Mitchum; ese tipo har¨¢ cualquier cosa'. Y as¨ª es. No me importa el papel que me ofrezcan. Yo puedo hacer desde homosexuales polacos a mujeres, pasando por enanos de circo. Puedo hacer cualquier cosa".
Buenos guiones
Mitchum hizo desde el papel de malo en una pel¨ªcula de Laurel y Hardy -el Gordo y el Flaco- hasta un n¨²mero en un western musical. Pero en ocasiones tambi¨¦n le cayeron buenos guiones, y entonces supo demostrar que era uno de los grandes actores norteamericanos de todos los tiempos, un tipo que imprim¨ªa un aire vagamente amenazador a sus interpretaciones de un h¨¦roe y uno simp¨¢tico a las de un malvado. Ocurri¨® as¨ª con R¨ªo sin retorno, La noche del cazador, El cabo del terror, La hija de Ryan, Camino de Oreg¨®n y Detective privado.
Mitchum siempre tuvo en Hollywood la imagen de un bad boy, un chico malo. En 1948, cuando ya hab¨ªa alcanzado notoriedad por su interpretaci¨®n de un militar norteamericano en La historia de G. I. Joe, fue detenido por posesi¨®n de marihuana y pas¨® varios meses en un campo de reeducaci¨®n. Aquel filme le hab¨ªa valido una candidatura para un Oscar a la mejor interpretaci¨®n secundaria; el, asunto de la hierba hizo que en adelante ni tan siquiera figurara entre las listas de candidatos a la estatuilla dorada de la Academia de Hollywood.
Cuando sali¨® del campo de reeducaci¨®n y le preguntaron c¨®mo le hab¨ªa ido, Mitchum. respondi¨®: "Ha sido como estar en Palm Spring, pero, por supuesto, sin el cachondeo". Y es que el actor de la barbilla partida siempre fue un bocazas. A veces divertido, otras no. Una vez, unos comentarios despectivos sobre los jud¨ªos hechos a una revista le valieron una demanda por apolog¨ªa del antisemitismo, de la Liga de Defensa Jud¨ªa. "Estaba bromeando con el periodista, no pens¨¦ que se lo fuera a tomar en serio", intent¨® explicar luego.
Robert Mitchum naci¨® el 6 de agosto de 1917 en Bridgeport (Connecticut). Su padre, James, era un soldado de origen escoc¨¦s e irland¨¦s por parte de madre e indio pie negro por parte de padre. Su madre, Ann, era una inmigrante noruega.
Tras la Primera Guerra Mundial, la familia se traslad¨® a Carolina del Sur, y all¨ª falleci¨®, en un accidente de tr¨¢fico, el padre del futuro actor. A los 16 a?os, Robert Mitchum emprendi¨® el camino del Dorado californiano, donde fue detenido varias veces por vagabundo y trabaj¨® como minero, estibador, portero de un night club, colaborador de un astr¨®logo y boxeador profesional.
En 1937 se incorpor¨® al teatro como actor y guionista. Tres a?os despu¨¦s se cas¨® con Dorothy Spence y, pese a todos los rumores sobre las escapadas extramatrimoniales de Mitchum, la pareja sigui¨® unida hasta el final. Los Mitchum tuvieron dos hijos, ambos actores, y una hija que trabaja para una productora cinematogr¨¢fica.
Primer ¨¦xito,
Mitchum consigui¨® su primer ¨¦xito en el papel de un capit¨¢n en La historia de G. I. Joe, un filme basado en las memorias del corresponsal de guerra Ernie Pyle. Muchas de sus pel¨ªculas fueron de acci¨®n: westerns, b¨¦licas o policiacas. Entre las actrices con las que comparti¨® reparto figuraron bellezas como Kim Novak y Marilyn Monroe. En 1991 trabaj¨® junto a Robert de Niro y Nick Nolte en El cabo del miedo, de Martin Scorsese.
El funeral del actor, anunci¨® ayer su agente, Jack Gilardi, ser¨¢ privado. Sus cenizas ser¨¢n arrojadas al mar.
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