Di Pietro llama a la movilizaci¨®n popular contra la reforma constitucional en Italia

Demasiadas contradicciones, demasiados puntos en blanco y demasiadas concesiones a los peque?os partidos para facilitar el consenso, se?alan los numerosos cr¨ªticos del proyecto de reforma de la Constituci¨®n italiana aprobado por la Comisi¨®n Bicameral del arlamento el pasado 30 de junio. AIg¨²n notable profesor universitario lo ha calificado de "acuerdo entre ladrones" y de aut¨¦ntico monstruo". El ex fiscal y ex ministro Antonio di Pietro va m¨¢s lejos y llama a una movilizaci¨®n popular contra este proyecto "de r¨¦gimen partitocr¨¢tico".No le faltar¨¢n al antiguo s¨ªmbolo de la campa?a anticorupci¨®n conocida como Manos Limpias companeros para ese viaje. El ex democristiano Mario Segi y el ex presidente de la Rep¨²blica Francesco Cossiga promueven a elecci¨®n de una asamblea constituyente que d¨¦ al pueblo una voz m¨¢s directa en el proceso de reforma. El ex secretario del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) Achille Occhetto encabeza otro batall¨®n de rebeldes dentro de la Comisi¨®n Bicameral que preside - Massimo D'Alema, el actual l¨ªder de su partido. El ministro de Exteriores, Lamberto Dini, est¨¢ tan descontento como Occhetto.

Tampoco le faltar¨¢ tiempo al ex fiscal, ya que la comisi¨®n deber¨¢ discutir en septiembre todas las enmiendas al borrador que se presenten en julio. Luego, el proyecto ser¨¢ debatido en las dos c¨¢maras, y el proceso puede durar hasta 16 meses. Finalmente deber¨¢ ser sometido a un refer¨¦ndum, que, como ha escrito Indro Montanelli, podr¨ªa llegar al a?o 2000.

D'Alema, Franco Marini, Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini, l¨ªderes de los cuatro mayores partidos del Gobierno y la oposici¨®n, respectivamente, y factores del acuerdo en que se basa el proyecto, explican que ¨¦ste era el mejor posible, y a?aden que no entienden la agresividad de Di Pietro.

El borrador aprobado prev¨¦ la constituci¨®n de una rep¨²blica en la que el presidente sea elegido directamente, como en Francia, pero sin poderes legislativos ni de gobierno, y con una facultad muy limitada de disolver las C¨¢maras. El Parlamento no ser¨¢ elegido, por otra parte, con un voto mayoritario en doble turno. El sistema electoral es uno de los puntos que ha quedado en blanco para que se pueda hacer el acuerdo.

El proyecto incluye, adem¨¢s, un programa de autonom¨ªas regionales a la carta en el que se han suprimido las referencias al federalismo, y otro proyecto de reforma de la Justicia en el que se han dejado sin resolver todos los aspectos conflictivos, como la separaci¨®n de las carreras de fiscales y jueces o la supresi¨®n de la obligatoriedad de la acci¨®n penal. Los cr¨ªticos se?alan que, seg¨²n este borrador, el presidente de la nueva rep¨²blica presidencial tendr¨¢, parad¨®jicamente, menos poderes que el actual presidente, y que el dise?o de Parlamento de que se habla vuelve la espalda al bipartidismo que todos predican como soluci¨®n de los males del pasado.