Pinochet dict¨® una ley secreta que permit¨ªa el uso de sumas millonarias para la guerra sucia
El general Augusto Pinochet dict¨® una ley secreta que permit¨ªa al jefe del Estado chileno la obtenci¨®n de un pr¨¦stamo de hasta 1.500 millones de d¨®lares (225.000 millones de pesetas), en la divisa americana o en chelines austr¨ªacos, "y depositar dicha suma en cuentas reservadas en Chile o en el extranjero, sin que quedase constancia de dichas cantidades en la contabilidad del Estado". As¨ª consta en la declaraci¨®n efectuada ayer en Madrid por Mar¨ªa Maluenda, ex presidenta de la Comisi¨®n de Derechos Humanos del Parlamento chileno, ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel Garc¨ªa Castell¨®n, que investiga la desaparici¨®n de ciudadanos espa?oles y familiares durante la dictadura de Pinochet.
Mar¨ªa Maluenda, que, por edad, fue la primera presidenta del Parlamento chileno de la recuperada democracia en 1990, declar¨® que "por raz¨®n de su cargo recibi¨® copia de m¨¢s de 100 leyes secretas dictadas por Pinochet entre 1973 y 1990". Una de estas leyes es la que autorizaba al dictador a ingresar elevadas sumas de dinero en cuentas que no de jaran rastro. La declarante no es pecific¨® el destino de dicho dinero, pero fuentes judiciales espa?olas y parlamentarias chilenas apuntaron la financiaci¨®n de actividades de terrorismo de Esta do y la compra de armas que el Gobierno de Pinochet ten¨ªa que realizar a oscuras para violar el embargo internacional a que es taba sometido su r¨¦gimen. Una fuente consultada en Santiago, record¨® a modo de ejemplo que el general Manuel Contreras, ex jefe de la DINA (polic¨ªa pol¨ªtica) actualmente encarcelado por el asesinato de Orlando Letelier, ex ministro de Allende, ped¨ªa di rectamente a Pinochet el dinero que necesitaba para "actividades criminales", que sal¨ªan de los mencionados fondos reservados.Mar¨ªa Maluenda es la madre de Jos¨¦ Manuel Parada Maluenda, que fue secuestrado y asesinado el 29 de marzo de 1985 junto a Manuel Guerrero y Santiago Nattino, en el caso de los Degollados, que tuvo una gran repercusi¨®n en Chile por su brutalidad. Las tres v¨ªctimas fueron degolladas y los asesinos "se ensa?aron especialmente con su hijo porque lo abrieron de arriba a abajo", seg¨²n declar¨® la exparlamentaria al juez Garc¨ªa Castell¨®n. Tras un interminable proceso, 14 ex miembros del cuerpo de Carabineros y un civil fueron condenados y el a?o pasado ingresaron en prisi¨®n.
De la actitud de los condenados da fe la siguiente declaraci¨®n efectuada hace dos meses desde la c¨¢rcel por el sargento de carabineros Jos¨¦ Fuentes: "...y al remontarme al pasado, donde nadie puede desconocer que exist¨ªa una guerra de guerrillas, estos muertos eran necesarios e indispensables por cuanto eran bajas que se produc¨ªan al enemigo". Mar¨ªa Maluenda dijo en su declaraci¨®n que en 1978 coincidi¨® en una recepci¨®n con el entonces ministro de Defensa, general Hern¨¢n Brady, quien reconoci¨® "tener conocimiento de la existencia de detenidos-desaparecidos" y que ante su insistencia el ministro acab¨® por reconocer que Ias Fuerzas Armadas obedecen ¨®rdenes finalmente del jefe m¨¢ximo".
Junto a Mar¨ªa Maluenda tambi¨¦n prest¨® declaraci¨®n ante el juez de la Audiencia Nacional Mar¨ªa Paz Rojas, neuropsiquiatra que trabaj¨® desde octubre de 1973 con el comit¨¦ por la paz, organismo ecum¨¦nico creado por los obispos para proteger a las v¨ªctimas de la dictadura. La declarante dijo que Ias cifras sobre tortura acumuladas durante los 17 a?os de la dictadura de Pinochet" le permiten se?alar que "el n¨²mero aproximado de personas v¨ªctimas de la tortura alcanza entre 600.000 y 800.000 ciudadanos en Chile, equivalente al 12% de la poblaci¨®n total de edad superior a 15 a?os". Mar¨ªa Paz Rojas subray¨® que "ning¨²n torturador ha sido jam¨¢s juzgado y los supervivientes viven en la m¨¢s absoluta impunidad".
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